Aunque en este momento existen diversas vacunas ya probadas que han demostrado ser efectivas ante el Covid-19, lo cierto es que la investigación en este sentido no se detiene y México ya trabaja en el desarrollo de un fármaco propio que podría llevar como nombre “Patria”.
Así lo indicó este domingo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien en una conferencia de prensa ofrecida en Oaxaca aseguró “con todo respeto, porque son iniciativas de Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), centros de investigación públicos pero también empresas privadas, vamos a sugerir que la vacuna nuestra se llame Patria. Ya apartamos el nombre”.
Los detalles
De esta manera, el mandatario mexicano propuso este nombre en lo que parece ser una emulación de las vacunas cubanas que están en desarrollo por el Instituto Finlay de Vacunas, mismas que desde ahora se conocen como Soberana 01 y Soberana 02.
Alrededor de este tema, es importante reconocer lo dicho por el secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien indicó que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) tiene registradas seis vacunas en fase clínica: dos cubanas, una mexicana, una chilena, una argentina y una brasileña.
Adicional, el canciller afirmó que México mantiene “comunicación” con Cuba para que sus vacunas puedan estudiar su fase tres, la que se aplica en humanos, en territorio mexicano.
De igual manera cabe destacar que en México, con una población de cercan de 126 millones de habitantes, tiene acuerdos de precompra para 34,4 millones de dosis de Pfizer, 77,4 millones de la británica AstraZeneca, 35 millones de la china CanSino, 24 millones de la rusa Sputnik V, un millón de la china Sinovac y 51,5 millones de la plataforma Covax, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre vacunas, nombres y reputación
Este anuncio llega en medio de un momento en el que México se ubica como uno de los mercados en los que se tienen las peores condiciones para vivir la pandemia.
Cuando menos así lo reveló un estudio firmado por Bloomberg desde finales del año pasado, en el que, evaluando indicadores como la tasa de infección y mortalidad del último mes, muertes por millón de habitantes, el índice de positividad y el acceso a la vacuna, determinó en qué países era más sencillo y en cuáles más complicado vivir la pandemia. México se ubicó en el último lugar de 53 países evaluados.
Ahora, en una segunda edición de este estudio, México se mantiene en la última posición, aun cuando las autoridades sanitarias han recalcado en diversas ocasiones que se han maximizado los esfuerzos para controlar la crisis y el proceso de vacunación ha comenzado.
En esta nueva edición, que desde enero incluyó el progreso en la aplicación de vacunas contra el COVID-19, y el pronóstico de crecimiento del PIB como indicadores, señaló que aunque en el mercado mexicano han comenzado los esfuerzos para inmunizar a la población, estos no son suficientes para generar un cambio significativo.
Adicional, hizo especial énfasis en la cantidad de muertes registradas en el país, mismas que se mantienen a la alza.
Bloomberg emitió criticas dirigidas al presidente López Obrador, a quien agrupa con otros mandatarios como Donald Trump y Jair Bolsonaro, para considerarlos como líderes que minimizaron la amenaza que representa el coronavirus.
“Incluso, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó el 24 de enero que contrajo COVID-19″, señaló el reporte.
Con estas señalizaciones de antesala, el nombre de la posible vacuna mexicana no es casualidad. Se trata de un movimiento que busca generar empatía y mejorar la imagen de México en medio de la crisis apelando a un sentimiento de nacionalismo.