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Más del 55 por ciento de los mexicanos se consideran workaholic o adictos al trabajo.
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La presión del panorama laboral condiciona a muchos a sentirse obligados a responder a un ambiente de trabajo demandante.
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La Generación Z ha registrado los niveles más altos de estrés laboral, captando cerca del 46 por ciento.
Más de la mitad de los mexicanos son adictos al trabajo, y los motivos no son tan misteriosos como parecen, pues el ritmo de vida de la alguna vez llamada “nueva normalidad” nos ha obligado a actuar de manera distinta.
Y es que las cifras que arroja la OCCMundial, 55 por ciento de los trabajadores en México suelen hacer jornadas que se extienden a más de ocho horas al día. Por ello, muchos de ellos no suelen alimentarse adecuadamente y padecen de burnout o estrés tras excederse en sus horarios.
No obstante, esto no es lo más alarmante de todo, sino que se considera que muchos en lugar de aprovechar su tiempo libre en actividades distintas, dedican los tiempos de ocio en continuar con el trabajo.
Más de la mitad de los mexicanos son adictos al trabajo
La Generación Z se ha convertido en la más afectada por el fenómeno del estrés laboral. De la misma manera, el terror de no conseguir un trabajo distinto que ofrezca una mejor condición de vida, obliga a muchos a permanecer en trabajos de los que se vuelven dependientes.
Según sus cifras, los niveles de estrés entre los trabajadores siguen siendo altos. La Generación Z experimentó un nivel bastante alto de estrés, captando un 46 por ciento, mientras que cuatro de cada 10 Millennials, 38 por ciento, están estresados todo o la mayor parte del tiempo; “en México, los Millennials (34 por ciento) y la Gen Z (39 por ciento), aunque con cifras un poco menores, se encuentran en esta situación”, señala.
Quizá esto se deba en parte al cambio de mentalidad a raíz del a pandemia, pues mientras algunos líderes supieron lidiar con las amenazas de la pandemia, muchos otros tomaron el camino fácil. El despido de más de 12.5 millones de trabajadores en México entre marzo y abril de 2020 pudo haber significado un efecto tan negativo tanto en empleados como empleadores que muchos aún se preguntan cómo continuar con una convivencia saludable en el área de trabajo.
Tras este trauma, muchos trabajadores han decidido sacrificar sus periodos vacacionales e incluso arriesgar su salud y su integridad física por mantenerse en un empleo.
La Ley Federal del Trabajo (LFT) en su artículo 76 explica que: los trabajadores que tengan más de un año de servicios disfrutarán de un período anual de vacaciones pagadas, que en ningún caso podrá ser inferior a seis días laborables, y que aumentará en dos días laborables, hasta llegar a doce, por cada año subsecuente de servicios. Después del cuarto año, el período de vacaciones aumentará en dos días por cada cinco de servicios.
Sin embargo, el no disfrutar del periodo vacacional tiene muchas repercusiones. Hay que reconocer, por ejemplo, que está prohibido por el artículo 79 de la LFT el indicar que las vacaciones no pueden compensarse con una remuneración en efectivo, a menos que se termine la relación laboral y el empleado no haya disfrutado de ellas.
De la misma manera, hay que saber que posponer las vacaciones no hará que estas se acumulen, por lo cual el derecho al disfrute de este periodo de descanso, acompañado de una prima vacacional prescriben en un año, a partir de la fecha en la cual son exigibles. Habría que saber que en el único caso que pueden ser pagadas las vacaciones no disfrutadas es en caso de renuncia voluntaria o despido, pero sólo sería posible dividiendo los días que corresponden de las vacaciones correspondientes entre los 365 días del año y multiplicándolo por los días que se han trabajado. De esa manera, podrán abonarse al finiquit.
Finalmente, un estudio realizado por Harvard Business Review destaca la importancia de tomar en cuenta las vacaciones no como una recompensa, sino como un derecho:
- Las vacaciones fomentan los ascensos y las promociones laborales. Los colaboradores tienen 6.5 por ciento más de probabilidades de obtener una promoción.
- Las vacaciones incrementan 94 por ciento los niveles de positividad y energía.
- Un estudio de la Asociación de Viajes de EU, indica que tomar vacaciones eleva 31 por ciento los niveles de bienestar y un 21% la productividad de los trabajadores.
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