El 92 por ciento de los mexicanos compró algo durante la pasada temporada de descuentos en el país, según mostró una encuesta realizada por ComparaGuru.com y la empresa de estudios de mercado Brad.Feebbo.

El medio de pago más utilizado para efectuar compras durante El Buen Fin, el Black Friday y el Cyber Monday fue el efectivo, en tanto le siguió el uso de tarjetas de crédito y el tercer lugar los plásticos de débito.

Según la muestra, arrojó que el 97.3 por ciento de las personas que compraron durante la temporada de rebajas usó alguna promoción u oferta, mientras que el restante 2.7 por ciento no aprovechó ninguna.

Las principales promociones que utilizaron los consumidores en México fueron descuentos, meses sin intereses, 2×1, bonificación en puntos de la tienda, entre otras más.

Además, entre 500 y mil pesos fue el gasto promedio que hizo un cuarto de los mexicanos que decidieron aprovechar los programas de descuentos y promociones, casi misma proporción que realizó compras de entre 2 mil a 5 mil pesos.

Los principales lugares donde se efectuaron las compras en la referida temporada fueron tiendas departamentales, con casi 70 por ciento de la preferencia de compradores, además la percepción de las personas en relación con las rebajas de este año fue que hubo más descuentos que el año pasado en por lo menos cuatro de cada 10 mexicanos.

La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) de la Ciudad de México informó que la séptima edición de El Buen Fin dejó ingresos por 18 mil 733 millones de pesos en la capital del país.

El organismo destacó que este aumento representa el 18.7 por ciento de las ventas a nivel nacional, mismas que alcanzaron los 100 mil millones de pesos.

“Con estas cifras el fin de semana más barato del año superó las expectativas, con 13.6 por ciento más ventas de las esperadas, con respecto al 2016, pese a los factores que pudieron afectar la derrama económica en este periodo”, indicó.

La Canaco destacó que los giros más beneficiados fueron las tiendas de autoservicios, departamentales, clubes de precios, tiendas especializadas en electrónica y cadenas comerciales, ya que los productos más vendidos fueron las pantallas planas.

Además de equipos de audio, smartphones, computadoras, tabletas electrónicas, electrodomésticos como refrigeradores, lavadora y estufas, así como enseres menores como licuadoras, hornos y aspiradoras; asimismo, la ropa y el calzado fueron altamente demandados.