En la actualidad, para conectar con los nichos de mercado de interés, no basta con tener conciencia sobre las necesidades de consumo que poseen o aquello que esperan de una marca en el terreno comercial; las empresas están obligadas a entender al consumidor desde una óptica más amplia.
El contexto ahora es el tercer jugador a estudiar para establecer relaciones sanas, sólidas y a largo plazo entre marcas y consumidores.
En este sentido, vale la pena mencionar que los esfuerzos de comunicación y mercadotecnia que se relacionan con el contexto de las audiencias meta son 63 por ciento más eficaces que aquellos que no toman en cuenta este elemento, de acuerdo con un reciente estudio firmado por Zefr.
Este año, en mercados como el mexicano esta norma cobrará especial relevancia, si consideramos que estamos viviendo un proceso electoral de gran relevancia.
Con esto en mente, la relación, visión y expectativas que los consumidores tienen tanto en sus entidades como en sus representantes de gobierno, determinará e gran medida los términos que guiarán las relaciones que establezcan con el sector empresarial, hecho que vale la pena estudiar, sobre todo cuando se trata de mirar a los nichos de mercado.
Así lo deja ver un reciente reporte entregado por Lexia, el cual intenta descifrar el perfil del consumidor mexicano desde una óptica socialista.
Una de las conclusiones más importantes de esta amplia investigación es que el mexicano se siente “abandonado” por sus entidades de gobierno, sitiaron que lo convierte en un individuo más autónomo e independiente, cualidades que se transportan a sus hábitos de consumo.
De esta manera, se prevé que el mexicano en la actualidad, se siente abandonado (76 por ciento de los encuestados), ignorado (73 por ciento) y engañado (69 por ciento) por su gobierno; sólo 24 por ciento de los mismos afirma sentir apoyo, mientras que el 27 por ciento afirma ser atendido.
Esta situación, ha dado especial relevancia al individualismo. Los mexicanos cada vez creen menos en que crecer como país y como sociedad es una meta que debe alcanzarse en conjunto. Durante 2010, el 63 por ciento de los habitantes del país indicaban que para tener un mayor nivel de bienestar lo más importante era el esfuerzo personal y su familia; hasta el año pasado, este porcentaje habría crecido a 72 por ciento.
El sentimiento es especialmente fuerte entre los consumidores jóvenes. A decir de un artículo publicado por Claudio Flores, VP de Lexia, “los adolescentes mexicanos ven su futuro prometedor económicamente (31 por ciento frente al 14 por ciento promedio de los adultos de 40 años o más). Sin embargo, manifiestan actitudes de autoconfianza o autosuficiencia: siete de cada 10 jóvenes mexicanos declaran esforzarse mucho por cambiar su vida y declaran que no dependen del país para cambiarla, sino de su propio esfuerzo”.
¿Qué es Oneconomy?
La relevancia de este concepto trae consigo el nacimiento de nuevos conceptos y corrientes como el Oneconomy el cual se originó en Corea y que tiene que ver con la necesidad de los nichos de mercado más jóvenes por priorizar el cuidado y satisfacción personal ante la búsqueda contante del reconocimiento de su individualidad.
Esta categoría incluye a los millennials, miembros de la Generación X, algunos Baby Boomers, así como a aquellos que se casan a edades avanzadas o se divorcian, y se caracteriza por que el amor propio, la compasión, la salud y la felicidad personal son prioritarios. Esto conduce a una vida saludable con hábitos de consumo y gasto enfocados en el presente.
Para las marcas que desean crecer en el mercado, entender estos nuevos órdenes de consumo que nacen impulsados por factores externos será vital, toda vez que estamos frente a consumidores que no piden sino demandan a sus marcas la capacidad de anticipar sus realidades.