Además de ser considerada una de las máximas marcas de entretenimiento en la actualidad, Netflix es reconocida por ser una empresa empleadora con interesantes prácticas que logran que sus empleados mantengan altos índices de satisfacción, lo que para los intereses de la organización se traduce en bajas tasas de rotación.
Un análisis de Medium refiere que los empleados de Netflix son más felices con su trabajo, en comparación con los de Facebook o Google. De manera particular, esto tiene que ver con los sueldos que recibe sus colaboradores. Particularmente, empleados de Spotify, PayPal, o Walmart aseguraron no estar “felices” con sus salarios, pese a que algunos superaban los 131 mil dólares anuales, mientras que los trabajadores de Netflix ganaban 210 mil dólares al año, y por ende, eran más felices.
Aún cuando el salario es importante, lo cierto es que no es la única ventaja que las personas que trabajan para la plataforma de streaming consideran para favorecer su lugar de trabajo. Algunas políticas (como aquella nombra como “libertad y responsabilidad”), suman un cumulo de beneficios que mantienen las tasas de renuncia a la baja dentro de la organización de Los Gatos, California.
De hecho, las cifras de Netflix al respecto son similares: el porcentaje de gente que deja la empresa es del 9.7 por ciento en total. De ellas, un 6.2 por ciento lo hace de forma involuntaria y un 3.5 por ciento de manera voluntaria.
Una demanda en puerta
No obstante, ahora la gran firma de entretenimiento se encuentra en medio de una demanda interpuesta por una ex empleada que acusa a la compañía de haberla despedido, luego de que anunciara su embarazo.
Tal y como reportan desde Deadline, la ahora ex colaboradora de Netflix, Tania Zarak presentó este martes una demanda ante el Tribunal Superior de Los Ángeles, en la que aclara que comenzó su relación laboral con Netflix a mediados del año pasado como gerente de la división de International Originals.
Meses más tarde, de acuerdo con el documento, Zarak -quien es de origen mexicano- anunció su embarazo y, de acuerdo con la demandante, este fue el motivo de su despido. El medio citado indica que “antes de perder finalmente su trabajo, la demanda alega que se la dejó fuera de las reuniones y su supervisor, Francisco Ramos -también de origen mexicano-, hizo comentarios denigrantes sobre su apariencia”.
El alegato de la demanda es despido injustificado, el cual argumenta que Tania “sufrió y continúa sufriendo humillación, angustia emocional, dolor mental y físico y angustia” como resultado de perder su trabajo.
Así, Zarak está buscando buscando daños no especificados por “salarios perdidos, beneficios de empleados perdidos, bonos, beneficios de vacaciones, gastos médicos, dolor, sufrimiento y angustia emocional”.
¿Herramienta de marketing engañosa?
Mediante un vocero para medios estadounidenses, Netflix afirmó: ”Anteriormente hemos examinado estas reclamaciones y hemos determinado que eran infundadas. Netflix trabaja arduamente para garantizar que los empleados con familias, o que están comenzando una familia, tengan la flexibilidad y el apoyo que necesitan”.
Si bien la justicia es la única que determinará la probable validez o el descrédito de la denuncia, lo cierto es que la demanda se traduce en un duro golpe para la plataforma de streaming en uno de sus pilares que la hacen ser la marca que ahora es: su rol como empleadora.
Esto cobra mayor fuerza cuando retomamos los comentarios de la demente publicadas por Heavy.com, en los que afirma que la “cultura laboral de Netflix” es una “herramienta de marketing engañosa: “Mientras que a los empleados de Netflix se les concede un año de licencia por maternidad, Zarak alega que cualquier persona que realmente tome ese tiempo libre será castigada”.