-
A punto de cumplir 50 años, el Sistema de transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México vive una crisis ante la opinión de credibilidad.
-
Este sistema transporta a millones de personas al día y que se constituye como una de las columnas vertebrales de la movilidad en la capital mexicana.
-
El Metro capitalino ha sido objeto de críticas que afectan al organismo y a su directora Florencia Serranía Soto.
El prestigio de una marca, una empresa, un producto, un organismo, una institución o un servicio se consolida a través del tiempo y con base en el nivel de éxito que es capaz de sostener en un lapso determinado, no importa si en un principio tuvo calidad, si deja de ofrecerla, su credibilidad se puede desplomar al instante.
A punto de cumplir 50 años desde su inauguración, el Sistema de transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México parece vivir una de sus peores crisis dados los constantes señalamientos de los que es objeto por parte de usuarios y medios de comunicación.
Esta mañana se presentó un nuevo incidente, en la estación Chabacano de la línea 9, en donde tres usuarios resultaron lesionados por causa de un cortocircuito en la zona del andén. Ante quejas y señalamientos del hecho a través de las redes sociales, el organismo dependiente del gobierno de la Ciudad de México respondió con un escueto comunicado a través de su cuenta de Twitter.
#AvisoMetro Se revisó sistema eléctrico en tren de Línea 9. El tiempo de atención fue de 3 minutos. La marcha es continua. #MovilidadCDMX
— MetroCDMX (@MetroCDMX) 2 de mayo de 2019
El hecho se suma a otros escándalos que han ocurrido en más instalaciones de este sistema de trenes urbanos que transporta a millones de personas diariamente y que se constituye como una de las columnas vertebrales de la movilidad en la capital mexicana.
En abril pasado, por ejemplo, la opinión pública se estremeció al trascender el caso de María Guadalupe Fuentes Arias, que en el mes de febrero se encontraba en las instalaciones de estación Tacubaya cuando fue víctima de desmayo sin que recibiera la atención debida por parte del personal, el cual retiró del lugar a la enferma y la dejó a la intemperie, razón por la cual murió horas después.
El prestigio y la marca institucional del STC y también de la jefe de de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, peligraron al convertirse en los objetos de críticas y señalamientos que pedían la renuncia, por lo menos, de la directora del Metro capitalino, Florencia Serranía Soto. La funcionaria se mantuvo en el cargo, pero como puede obrvarse, los casos de accidentes y la comisión de delitos sigue ocurriendo.
Más allá del daño que las funcionarias del gobierno de la Ciudad de México puedan sufrir en sus marcas personales, la afectación se extiende a la propia institución gubernamental y deteriora el prestigio de un sistema de transporte que en agosto cumplirá 50 años desde que se inauguró su primer tramo.
La efectividad en la calidad de su servicio se hace obligada porque tiene la responsabilidad de trasladar diariamente a millones de personas -4.5 millones, en promedio, en enero de 2018- y es un sistema de transporte que recibe subsidios gubernamentales para su efectiva operación, por lo que es irrefutable la exigencia de un buen funcionamiento de los trenes.