Daimler abandonó sus planes de expandirse en Irán al mismo tiempo que comienzan a regir las sanciones que Estados Unidos decidió imponer a ese país de oriente medio.
Lo confirmó el fabricante de vehículos de la marca Mercedes-Benz y dijo que será “hasta nuevo aviso”.
Para justificar la medida, Daimler detalla que los mercados automotrices de Irán han sido significativamente más débiles en ventas de lo esperado, y que aún no ha reanudado la producción ni la venta de automóviles o camiones Mercedes-Benz en la zona, por lo que los cambios no serán drásticos.
De hecho, Daimler dice que la compañía no vende autos en Irán desde 2010.
En 2016, el mismo fabricante alemán había anunciado planes para regresar a Irán luego de que se levantaran las sanciones económicas en virtud de un acuerdo internacional que buscaba limitar el programa nuclear del país. Se había aliado con el fabricante y distribuidor de vehículos iraní Iran Khodro Co para producir y vender camiones Mercedes-Benz.
El medio alemán Stuttgarter Zeitung fue quien tuvo la primicia mundial de la nueva decisión de Daimler.
Junto con Daimler, otras grandes compañías, incluidas Boeing, Airbus, Total y Siemens, habían anunciado planes para volver a Irán en busca de capitalizar la demanda reprimida de productos de consumo y la necesidad de mejoras en infraestructura y equipamiento.
Sin embargo, este plan de Mercedes-Benz comenzó a darse vuelta en mayo, cuando el presidente estadounidense Donald Trump decidió retirar a su país del acuerdo nuclear de Irán y reimponer las sanciones económicas, cuya primera parte entró en vigencia desde la cero hora de este martes 7 de agosto.
El problema para las compañías es que aquellas que violen las sanciones podrían quedar aisladas del sistema financiero de los Estados Unidos y ser objeto de otros castigos comerciales.
Un funcionario estadounidense dijo este lunes que “casi 100 firmas internacionales han anunciado su intención de abandonar el mercado iraní”.
En la Unión Europea la visión es diferente. Desde hace meses están intentando salvar el acuerdo nuclear y dar cobertura legal para que sus compañías continúen operando en Irán. Sin embargo, algunas empresas europeas (como lo hace ahora Daimler) han decidido que los riesgos son demasiado grandes.
Cada vez más empresas
En junio pasado, PSA, la francesa fabricante de vehículos Peugeot y Citroën, también había anunciado que comenzaría a cerrar sus empresas en el país para cumplir con la sanción estadounidense.
Siemens también dijo en mayo que su compañía no haría ningún negocio nuevo en Irán y Total que no continuaría con un proyecto de US$ 2 mil millones para desarrollar una gigantesca explotación gasífera.