Laxman Narasimhan, quien se unió a PepsiCo en 2012 llegado desde McKinsey & Co y que hasta ahora era director de las operaciones en América latina, Europa y África, se convirtió este martes en uno de los ejecutivos de más alto nivel a nivel global.
El ejecutivo, de 51 años, es el nuevo chief commercial officer (CCO) y se encargará de estas operaciones globales clave: mercadotecnia, investigación, desarrollo, estrategia y comercio electrónico, dijo la marca en un comunicado.
Todo eso, en un momento en que la empresa se enfrenta a los gustos cambiantes de los clientes y a la incertidumbre económica que deben sortear las empresas que venden productos de consumo masivo.
Ramon Laguarta (55), el CEO de Pepsi que reemplazó en octubre a la histórica Indra Nooyi (ahora en Amazon), dijo sobre Narasimhan: “Laxman es el ejecutivo ideal para asumir este importante nuevo rol. Será fundamental a medida que agudizamos nuestra estrategia integrada de crecimiento a largo plazo”.
No será un año fácil para PepsiCo, ya que la compañía dijo que sus ganancias caerán este año porque decidió invertir en llevar a sus reconocidas marcas globales a nuevos mercados.
También viene aumentando sostenidamente su inversión en mercadotecnia con la idea de sostener el crecimiento de las ventas en Estados Unidos. Allí también sumó camiones y conductores para mejorar la logística y distribución de su marca Frito-Lay.
La compañía estadounidense también anunció que Rene Lammers asumirá el cargo de director de ciencia cuando Mehmood Khan se retire este mes. En octubre pasado, la marca de bebidas y snacks había nombrado Viraj Chouhan como director de comunicaciones.
Las acciones de PepsiCo ganaron un 5,2% este año.
Narasimhan seguirá como CEO en América latina de forma interina, hasta que se nombre a un reemplazante.
Un gigante con clientes cambiantes
A pesar de las complicaciones actuales del mercado de consumo, Pepsi es un gigante de las inversiones. Basta decir que ha pagado dividendos trimestrales desde 1965, el año en que Pepsi-Cola se fusionó con Frito-Lay para crear la actual potencia mundial en bebidas y snaks.
Al igual que Coca-Cola, Pepsi es un gigante también en los retailers, con un poder de distribución enorme y lugares únicos en los estantes.
La única debilidad es que el consumidor actual se está alejando, lentamente, de los refrescos azucarados y los bocadillos salados.
Ambas acciones, al mismo tiempo, están minando su base de clientes y obliga a la marca a cambiar para no reducir drásticamente el crecimiento de sus ventas. El desafío del nuevo CCO es enorme.