Por Alvaro Rattinger
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Los números hablan por sí solos, según las métricas de admob el mercado de aplicaciones para iphone, ipod touch y android vale 203 millones de dólares mensuales. Esta empresa estima 48 millones de usuarios combinados entre las tres formas de tecnología móvil, si este número no fuera suficiente los cálculos más conservadores indican que el usuario promedio gasta $10 dólares por mes en la compra de aplicaciones. Estas cifras son muy importantes en el ámbito de la mercadotecnia, son la nueva frontera para promover servicios y productos en un nuevo punto de contacto. En pocos años las empresas que no hayan invertido en aplicaciones móviles podrían no existir en la mente del consumidor.
Este fenómeno va más allá de los advergames y aplicaciones sencillas de calendarios para el usuario, hoy se buscan sistemas que en verdad den valor, no importa si existe un costo por ellas. Según mobclix un sitio dedicado a la publicidad dentro de las apps móviles el 77.3% de tienen un costo, siendo líder evidente las categorías de juegos, entretenimiento y libros. El patrón se hace cada vez más evidente, los consumidores han encontrado en sus teléfonos inteligentes una nueva ventana al contenido, en algunos casos brincando de manera completa a los medios tradicionales. En México la tendencia es a la alza, hace unas semanas vimos el lanzamiento de la itunes store de apple seguido rápidamente por el app store de blackberry.
Lo cierto es que hay ejemplos de aplicaciones que son verdaderamente útiles para un usuario de iphone, android, palm o blackberry y que aumentan el valor de una marca, desde OpenTable que te permite hacer reservaciones en restaurantes hasta Whole Foods que facilitan encontrar un supermercado con funciones de recetarios y listas de compras. Las aplicaciones para aparatos móviles rebasan los límites de la tecnología bluetooth y WiFi y crean una verdadera relación entre el usuario y el contenido en tiempo real. La verdadera importancia de este efecto es el aumento en horas que se dedica a un teléfono inteligente, esto a su vez crea oportunidades de anunciar más productos directamente al usuario. En Julio 2009 el número de anuncios servidos en México alcanzó los 142,564,049 que comparados a los 338,739,585 de Latinoamérica demuestra el poder de nuestro país y debe abrir los ojos a los ejecutivos de mercadotecnia y agencias de publicidad sobre su potencial como vehículo para vender a consumidores reacios a ver televisión. Las posibilidades de este nuevo canal de comunicación son enormes, la proliferación como herramienta de investigación de mercados para predecir demanda y como métrica de efectividad de medios y publicidad.
El futuro de los hábitos del consumidor no está escrito, hoy la mejor estrategia es crear la mayor cantidad de ventanas a la vida de cada cliente y esperar que en alguna de ellas podamos insertar nuestra estrategia de mercadotecnia.
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