Muchas veces habremos visto o escuchado la pregunta: ¿Qué harías si te quedara solamente un día de vida?
Y ¿cuál ha sido tu respuesta? Probablemente dirás que estarías más tiempo con tu familia y les dirías que los amas. O tal vez les hablarías a tus amigos con los que has perdido contacto, ya sea por distancia o tiempo, para decirles lo que no les has dicho en mucho tiempo. O de plano, buscarías destramparte 24 horas para hacer algo que no habías hecho antes.
Te replanteo ahora la pregunta; no te queda un día. Te quedan solamente 100 segundos. ¿Qué puedes hacer en menos de dos minutos que te quedan de vida?
Perdona por ponerte en este predicamento, pero es lo que pone de tiempo límite lo que se conoce como el “Doomsday Clock” o “Reloj del Juicio Final”.
¿De qué trata este “reloj”? El Reloj del Juicio Final advierte de lo cerca que estamos de destruir nuestro mundo y es un recordatorio de los peligros que debemos considerar si queremos sobrevivir en el planeta.
Cuando se creó en 1947, el mayor peligro provenía de las armas nucleares, sobre todo por la llamada “Guerra Fría” que estaba iniciando en aquella época. Este reloj surge desde una publicación, el “Boletín de Científicos Atómicos”, pretendiendo alertar al público, a los responsables políticos y a los científicos de las amenazas para la humanidad que generaban esas armas.
En el Boletín (hecho originalmente por los mismos integrantes del Proyecto Manhattan) ajustan todos los años éste imaginario ”reloj del fin del mundo” de acuerdo a los riesgos creados por las armas nucleares, el cambio climático y las tecnologías disruptivas. EL 20 de enero de este año lo han mantenido a 100 segundos de la medianoche, hora simbólica del apocalipsis.
Ahora, si a este reloj del fin del mundo sumamos la condición de que tenemos un “Sobregiro de la Tierra”, esto es mucho más grave. Si, sobregirados, como cuando no tienes dinero en tu cuenta y aun así sigues gastando dando tarjetazos por todas partes. Las consecuencias de esto son nefastas ¿no? Pues lo mismo estamos haciendo con los recursos de nuestro planeta. Estamos gastando más recursos que los que la misma naturaleza genera. Y hay un día que ya está marcado para ello.
El Día del Sobregiro de la Tierra (Overshoot Day) marca la fecha en que la demanda de recursos y servicios ecológicos de la humanidad en un año determinado supera lo que la Tierra puede regenerar en ese año.
El día del sobregiro de un país determinado es la fecha en la que caería si toda la humanidad consumiera como la gente de ese país. Por ejemplo, el Overshoot Day de Holanda ya cayó el 12 de abril pasado y en México está proyectado para el próximo 31 de agosto. O sea, para esa fecha ya consumimos todo lo que debimos para todo el año completo en recursos naturales. Lo que venga para más adelante, ya es un sobregiro.
Y vale la pena tomarlo en cuenta, hoy que es el Día Internacional de la Madre Tierra.
Los océanos están llenos de plásticos y se vuelven más ácidos. Los incendios forestales, las inundaciones, el cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, los crímenes contra la biodiversidad como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, aceleran el ritmo de destrucción del planeta y afectan a millones de personas.
Afortunadamante, las marcas ya no están siendo ajenas a ello.
Anheuser-Busch en Estados Unidos trabaja en conjunto con la Liga Mayor de Béisbol (MLB) y la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) para trabajar en el proyecto conocido como la Liga Nacional de Reciclaje (National Recycling League), una acción con la que buscan reducir el desperdicio de basura y promover el reciclaje dentro de los estadios, por ejemplo, promoviendo la oferta de vasos de aluminio, mucho más reciclables, en lugar de vasos de plástico de un solo uso o el despliegue de “vendedores ambulantes de reciclaje” dentro de las gradas para recolectar botellas y latas de los asistentes a los juegos y operando con el slogan “Less Waste. More Cheers”.
Otra acción interesante es la que está llevando Bud Light (también de Anheuser-Busch), que está comprando toda la electricidad para el evento de las finales de primavera del videojuego multijugador League of Legends y que proviene de energía eólica. De esta manera, promueve el perfil ambiental de su cerveza Bud Light Next, difundiendo que es su primer cerveza producida con cero emisiones de carbono y que ya cumple con su certificación independiente de Climate Neutral , una organización sin fines de lucro que trabaja con marcas y consumidores para eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero.
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Ya de otra manera, digamos “porno” (no se espanten, no se ve nada) la marca de agua enlatada Liquid Death presenta una nueva campaña protagonizada por la actriz de cine para adultos Cherie DeVille, que gira alrededor del concepto “Don’t f**k the planet” (No J***s al planeta) en la que promueven el uso del aluminio reciclable en lugar del plástico de un solo uso, que es como acostumbran envasar su producto las principales marcas de agua embotellada.
En el spot, la actriz advierte a los espectadores sobre los riesgos de la contaminación plástica de un solo uso (poniendo los “beeps” de censura en el momento correcto) dando toda la fuerza al slogan de la campaña al cierre del video.
Algunas marcas y empresas ya están haciendo algo. ¿Tu qué prefieres? ¿Hacer planes para lo poquito que nos queda en el planeta y dejar que pase lo que tenga que pasar o actuar para aletargar esa cuenta final?
Como empresa puedes tomar acciones a favor del planeta, de muchas maneras, pero también como individuo si haces un consumo responsable, eliges productos y servicios con base en su calidad, precio, impacto ambiental y social y a la conducta de las empresas que los elaboran.