Por Camila González
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Llegó a mis manos, como llega a diario todo tipo de información en la escala de muy interesante hasta basura pura, el video de graduación del Instituto Cumbres 2015. Ya había visto el del año pasado. Y la verdad es que puede resultar interesante mi mirada extrañada de extranjera, que me hace observar sin tantos prejuicios.
Primero, me llama la atención la forma cómo hoy siempre nos estamos exponiendo ante el mundo. Nos sacamos un moco, lo grabamos y lo subimos a Internet. Aunque Internet sea una fuente de creatividad y de conexión entre todos, también puede convertirse en una patética herramienta de narcisismo que olvida el valor de no saberlo todo, del misterio, de la privacidad. Ya saben, opinión quizás muy picapiedra.
Pues bien, el video de los chicos del Cumbres evidentemente sería un video equis si no fuera porque devela lo que son los jóvenes que más oportunidades han tenido en México, la gente más privilegiada y que debería ser mucho más educada o formada en términos de “equidad” y de conciencia de país.
Entiendo que es una broma, para mostrarse como “casanovas” perseguidos por mujeres, por muchas mujeres, pero al final lo cierto es que queda la desagradable sensación –una vez más- de la mujer concebida como objeto, como objetivo para elegir o presa perseguida por el cazador.
Si soy sincera lo que más me cansa de todo esto es que estos chicos de la clase alta mexicana son bien jóvenes, de la generación en que ya sus mentes deberían estar en otro lado, que deberían haber nacido con una dosis mínima del virus machista y misógino.
Pero el video, más allá de ser un juego de adolescentes, hace revelaciones que entristecen. Las chicas bellas, expuestas, siempre para ser vistas, admiradas y elegidas sólo por su atractivo físico. Ellos en una posición cómoda y ostentando el poder de un casting que simboliza los anteojos con los que, muchas veces, somos vistas las mujeres en sociedades como ésta.
El humor es válido, no pasa nada, pero lo interesante de la mente humana es que a través del humor se devela el inconsciente, en este caso colectivo, y eso aterra. Aterra que los hombres mexicanos jóvenes, que han tenido toda su vida para cultivarse, para construirse y para ser, tengan el foco de su atención en tanta banalidad.
Siempre aparece, detrás y muy escondida, la señora misoginia, Sí, cuyo significado es el odio a mujeres y niñas. Y en este caso el video no deja de tener brochazos misóginos porque ponernos en un lugar pobre y en posición de floreros, lo es, es no vernos a nosotras en nuestra complejidad y desear el dominio desde el panorama masculino. Elegirnos o juzgarnos siempre por las medidas también lo es, no dejarnos hablar y ponernos al servicio de ellos, por ejemplo cuando en el video las chicas limpian el sudor de alguno o los pies de otro, lo es.
Otros postulados que me agravian son por ejemplo que si las mujeres tenemos la iniciativa o queremos con ellos, somos unas acosadoras, cuando en el caso contrario ellos serían los reyes de la conquista. Y eso de que la chica que gana la audición al final del video lo que gane sea una corbata, deja mucho que desear. ¿Si ganamos un marido del Instituto Cumbres se nos hacen de inmediato todos los sueños realidad? Horror.
Este video ha sido trending topic en las redes sociales… todos opinan… ¿No lo colgaron para eso? ¿Dimensionamos el impacto de colgar algo en Internet? ¿Quién lo ve, cuántos, quiénes, qué piensan, qué hacen con eso? Pienso que es un mensaje gravísimo que evidencia la fractura social de una sociedad que por un lado sangra y por el otro vive un casting eterno; de una sociedad inequitativa que siembra odio: muchos tienen mucho, demasiado, y muchos más tienen poco o nada.
Es, sin duda, una radiografía del estatus alto de la sociedad mexicana. Ahí es cuando se me pone la piel de gallina.
https://www.youtube.com/watch?v=BO_bfF-_8W8