México se consolidó en 2019 como uno de los 10 países más visitados del mundo, recibiendo a 45 millones de turistas internacionales, con una derrama arriba de los 24 mil millones de dólares y un crecimiento del 9% anual.
Derivado de la pandemia, el turismo internacional en México tuvo una caída del 66% contra el año pasado, resultado del confinamiento, pero también de otros factores como la inseguridad, la falta de inversión privada y extranjera, así como de la falta de promoción turística comparada con otros períodos.
Las cifras sobre el turismo en el último trimestre del año son optimistas, hablan de un aumento de un 44.3% que, comparado, es casi la mitad de lo alcanzado en 2019, pero estas cifras están basadas en semáforos de salud y predicciones de ocupación hotelera.
Sin embargo, estas cifras al parecer podrían ser muy optimistas, ya que de acuerdo a encuestas, el 84% de los mexicanos que ya piensan en viajar para este último trimestre, han realizado búsquedas de espacios turísticos cercanos y accesibles en coches, eliminando destinos con una distancia mayor a 500 km, privilegiando las búsquedas en pueblos mágicos y playas cercanas, por lo que destinos como Quintana Roo y Baja California, entre otros, podrían esperar una baja en el porcentaje de la cifra mostrada.
Adicional a esto, existe un reto importante, pues la promoción y oferta de comunicación de los destinos deberá ser muy directa con usuarios que planean viajar, proveer información, crear experiencias y tener una oferta que se adecúe a las capacidades económicas de sectores que han sido golpeados por la pandemia, ya que el gasto promedio por turista pasó de 263.3 dólares el año pasado a 171.8 dólares en julio pasado, un 34.8 por ciento menos, sin contar las cifras de desempleo que suman más de 1 millón de éstas (formales) en México y una reducción de salarios de al menos el 55% de los empleados.
Esto da oportunidad para el turismo cultural, que se encuentra en pueblos mágicos y lugares con poca afluencia turística, para crear experiencias, incluir insights claves en la nueva realidad, viajes y experiencias cercanas a bajo costo. Ejemplo de ello son los festivales de experiencias gastronómicas con varios new chefs reconocidos, así como carreras deportivas de aventura. Este tipo de eventos atrae turismo a estos lugares donde habitualmente no se conocían y que dejan una derrama económica a la localidad.
A medida que se han levantado ciertas restricciones de confinamiento, aún sin un cambio de semáforo, empresas como Airbnb comienzan a tener mayor demanda en las reservas, con grupos de 5 personas o más por reserva. Esto habla de una búsqueda de integración y conexión de los usuarios con sus familiares y amistades cercanas, lo que ha provocado parar la caída que había tenido la empresa desde el inicio de la pandemia.
En el ámbito internacional, empresas que han entendido los cambios de pensamiento del usuario han creado nuevas formas de experiencias, evitando estar expuestos durante períodos largos, que es uno de los principales miedos de los turistas. Uno de ellos es Wish & Fly quienes crean viajes de ida y vuelta el mismo día, seleccionando ciertos puntos sobre el tipo de destino y viaje que los usuarios desean, arman un viaje de ida y regreso para poder tener una salida express a un destino turístico sorpresa.
Nuevas experiencias en turismo del otro lado del mundo, como las que ofrece QANTAS en Australia, ofrecen vuelos con salidas y llegadas al mismo destino, un vuelo o recorrido en su avión B787 Dreamliner, generalmente reservado para vuelos internacionales de larga distancia, que se vuelven vuelos panorámicos de siete horas sin salir del avión ni del país, convirtiéndose en un vuelo local con la experiencia de un vuelo internacional.
Todo lo anterior nos deja ver que si bien, la industria del turismo ha sido de las más golpeadas por la pandemia, la forma de transformar la experiencia de viaje y tomar insights importantes sobre las nuevas formas de convivencia por la pandemia, deben de ser un parte aguas para poder crear nuevas experiencias de turismo, más allá de la ocupación hotelera que pueda ocurrir en los destinos. El turismo también tiene una parte importante en la derrama económica en comercios informales, que hoy, con la nueva realidad, no se está pensando en cómo poder integrar a estos a las nuevas experiencias, que tal vez puedan aportar a la creación de un nuevo turismo acorde a los nuevos hábitos y necesidades.