Pare ser precisos, el concepto de mercado meta es fácil de comprender, ya que este no es más que un grupo de clientes al que la marca captará, hacia el que dirigirá sus esfuerzos de marketing.
En un momento en el que la data permite tener bien definidas las características de generaciones como los Millennials, Xennials, Baby Bommers, etcétera; es propicio regresar a las bases y definir con precisión el mercado meta.
Las empresas no tienen la capacidad de atender toda la demanda que se les puede presentar y menos de personalizar, una característica definitiva que exige el consumidor actual. Ahí es donde el mercado meta se hace latente.
Las siguientes son claves indispensables al respecto:
- El mercado meta comprende tres etapas totalmente identificables: segmentación de mercado, selección del “mercado meta” y posicionamiento en el mercado.
- La opción para el profesional del marketing es seleccionar uno o varios mercados meta; existen por lo menos cinco opciones que redituarían a la compañía: concentrarse en un solo segmento, especializarse en un deseo del consumidor, especializarse en un grupo de consumidores, servir algunos segmentos no relacionados y cubrir el mercado completo.
- Se deben detectar las áreas de oportunidad y por ello la marca necesita hacer un pronóstico de sus ventas en este tipo de mercados.
- Para conocer el mercado meta hay que considerar: conocer el área de expertise, pues todo el mundo tiene algo que ofrecer y algo en lo que tiene mayor especialidad. También abordar el nicho de mercado por áreas de interés y finalmente descubrir qué está haciendo la competencia.
- Seleccionar un mercado meta para después apostar por otros segmentos, es la opción especialmente para las compañías que no dominan un sector de mercado. Grandes ejemplos se pueden ver entre las compañías japonesas.