Hace una semana ya pasó Santa Claus por algunas casas y dejó sus respectivos regalos (para quien tuvo la gran fortuna de recibirlos), siendo la mayoría de estas entregas, juguetes para las “bendiciones de la casa”. Caros o baratos, originales de tienda establecida o, probablemente, piratas que, aunque no se puedan contabilizar en las ventas totales de juguetes este fin de año, no podemos negar que están allá afuera haciendo su gran negocio.
Y parece ser que seguirá siendo una gran oportunidad en cualquiera de sus formas, tal como venía ocurriendo en años anteriores. Aun con la post/durante pandemia y la invasión en Ucrania, entre otras crísis, y la supuesta recuperación económica (informada de manera optimista desde los “otros datos mañaneros”), se sigue prestando atención a éste sector, sobre todo porque también ha sabido sumarse a la velocidad de la tecnología actual y su desarrollo juguetero aplicado a gadgets.
En materia de cifras a futuro en el sector, por ejemplo, se esperaba que tan solo en el mercado del retail de Estados Unidos, las transacciones para éste fin de año fueran de 30 mil 400 millones de dólares, donde las divisiones de alimentos y bebidas así como las de artículos como la ropa, juguetes, decoración, calzado y electrónicos son claras protagonistas.
En particular, el sector de los juguetes mantiene su crecimiento. A partir de datos vertidos por la agencia de investigación de mercados NPD Group, ha habido un crecimiento del sector juguetero en los dos últimos años, con casi el 80% de éste generado en Estados Unidos, a pesar de los problemas generados por el cierre de la tradicional tienda Toys ‘R’ Us. Sin embargo, también señalan que la pandemia afectó de manera importante a esta industria en regiones como Latinoamérica o Europa, principalmente por los cierres forzados de las tiendas físicas.
A pesar de ésta afectación, según el Retail Tracking Service de NPD, las ventas crecieron en siete países, registrándose los mayores incrementos en los ingresos por ventas de juguetes en Brasil (+23 por ciento) y México (+13 por ciento), seguidos de España, Canadá, Estados Unidos, Italia y Australia.
Aunque sigamos viendo a nuestros niños pegados/hipnotizados en sus consolas, tabletas y celulares, todavía hay alguna esperanza de que no abandonen los juguetes tradicionales. ¿Cuáles categorías de juguetes han tenido éxito y cuáles han tenido una caída en meses recientes?:
De 11 supercategorías rastreadas por NPD, seis han crecido respecto al mismo periodo de 2021, siendo Peluches la supercategoría que ha registrado un mayor crecimiento (+32 por ciento), seguida de Figuras de Acción y Accesorios (+12 por ciento), Juguetes Explorativos y Otros (+10 por ciento) y Construcción (+5 por ciento). Mientras que Juguetes de Aire Libre y Deportivos (-7 por ciento) y Muñecas (-8 por ciento), han sido las supercategorías que han registrado una mayor caída durante 2022.
Las licencias continúan liderando el aumento de las ventas a nivel global:
Las más destacadas son Pokémon (la más importante), seguida por Star Wars, Barbie, Universo Marvel y Hot Wheels.
¿Qué es lo que puede detener está visión tan optimista en el mercado juguetero en México?
Acertaste: Los altos precios, la inflación y la pérdida del poder adquisitivo son sobre todo los que meten en problemas a Santa Claus y a los Reyes Magos.
De acuerdo a un análisis de El Economista, con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se muestra que algunas de las consolas de videojuegos más conocidas tuvieron un aumento de precio promedio por arriba de 7%, mientras que juguetes clásicos como los carritos o muñecos de moda reflejan incrementos por arriba del 50 por ciento.
A estos datos hay que sumar el dinero disponible que se tiene para las compras de juguetes. De acuerdo con datos de la consultora Elogia, el gasto promedio estimado para los regalos de éste fin de año se encuentra alrededor de los 2,313 pesos, lo que significa que los mexicanos gastaremos más de lo que destinamos para las compras de El Buen Fin.
A pesar de las condiciones económicas no se debe desatender este mercado de oportunidad en México, y mucho menos todas las acciones de comunicación de mercadotecnia que deben actuar para dar a conocer y promover los juguetes. Los datos nos lo dicen por sí mismos:
México es el 4to productor de juguetes a nivel mundial.
La industria del juguete en el país representa mil 900 millones de pesos anuales, de los cuales, el 70 por ciento son importaciones.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU) existen unas 200 micro y pequeñas empresas, talleres y artesanos, principalmente en Jalisco, Michoacán y Oaxaca, dedicados a elaborar juguetes de recordación.
Actualmente la AMIJU incluye a algunas de las 75 medianas y grandes empresas más relevantes que operan en el país. Entre ellos Bicileyca (productos Apache), Fotorama de México, Hasbro de México, Juguetes Mi Alegría, Mattel de México, Novedades Montecarlo, Prinsel y LEGO de México.
La industria juguetera y su respectiva mercadotecnia puede salir adelante e, inclusive, seguir generando fuentes de trabajo para muchas personas si la volteamos a ver como una gran oportunidad comercial y creativa.
Ya veremos cómo cierran las cifras de 2022 después de la llegada de los Reyes Magos.
Pero bueno, por si las moscas, yo ya hice mi cartita a los Reyes del Oriente:
“Queridos Reyes Magos;
Supe que en un país de sudamérica su gobierno repartió a los niños en navidad muñecos de dos superhéroes: “Super Bigote” y “Super Cilita”. Según me contaron, “Super Bigote”, con su traje rojo y capa azul, combate a los Estados Unidos y sus aliados, “con su mano de hierro” (tal como dice su slogan propagandístico) y lo acompaña su esposa, la también heroína “Super Cilita” para ayudarlo en la lucha contra el imperialismo (una relación romántica y ejemplar algo así como si fueran Superman y Wonder Woman, Reed Richards y Sue Storm, Antman y The Wasp o Batman y Gatúbela). Por favor, queridos Melchor, Gaspar y Baltazar, aunque no nos hayamos portado bien muchos mexicanos, tengan tantita madre (o Reina Madre, como quieran) y no nos vayan a traer una versión mexicana de esos muñecos caraqueños, que ya con lo que tenemos no estamos para ese tipo de juguetitos”.