Una estrategia de mercadeo (mercadotecnia) contempla en todo momento cumplir con la meta de llegar al consumidor objetivo.
En el mundo, por ejemplo, uno de los mercados con mayor expectativa de crecimiento es el digital donde se espera que para este 2016 existan 1.61 mil millones de compradores en el mundo.
Esta proyección de eMarketer multiplica esta cifra hasta los 2.07 mil millones de compradores digitales que habitarán en 2019: tres años de distancia y la cifra aumenta en más de 500 millones de compradores.
Para poder aplicar una estrategia de mercadeo Philip Kotler recomienda el uso de ocho tipos diferentes de esta estrategia:
-Mercadeo de Conversión
-Mercadeo de estimulación
-Mercadeo de reconstrucción
-Mercadeo de desarrollo
-Mercadeo de sincronización
-Mercadeo de conservación
-Mercadeo de reducción
-Contramercadeo
De estos elementos es importante destacar que la conversión en consumidores es uno de los recursos con el que se busca ampliar el número que integra el mercado que le genera una demanda a la marca o servicio, a través de recursos como la empatía emocional o la atención a una necesidad en el momento adecuado, al precio conveniente y en el instante requerido, entre aquellos con quienes no era posible figurar como preferencia. Lo anterior contrasta dramáticamente con una estrategia de contramercadeo en la que se busca atacar el consumo de un producto y no necesariamente como una estrategia de competencia, por el contrario es un recurso utilizado por organizaciones que buscan acabar contra el excesivo consumo de azúcar o la innecesaria compra de cigarros.
Las muestras gratis, el estímulo visual y el precio por introducción son tres elementos que de acuerdo a un estudio de Progressive Grocer, incentivan el consumo del comprador dentro de una tienda. Esto seguido de los cupones, la publicidad y las recomendaciones entre familiares.