La incorporación de la tecnología a los medios exteriores y una ley que genera incertidumbre, son los principales retos que enfrenta esta industria en 2011.
La publicidad exterior atraviesa un momento de decisiones y grandes cambios, por un lado, el crecimiento obtenido en 2010 se tradujo a un 6.15 por ciento y ocupa el seis por ciento del pay publicitario, con una inversión de 3 mil 648.39 millones de pesos —cifras preliminares obtenidas por la investigación de Merca 2.0–; y por otro lado vive la llegada de una ley enfocada en regularizar y reordenar el parque vehicular, principalmente en anuncios espectaculares y carteleras, lo que para muchos es sinónimo de incertidumbre, para la mayoría es una medida necesaria que dará valor a una industria en crecimiento.
El 20 de agosto de 2010 el Gobierno del Distrito Federal publicó la Ley de publicidad Exterior de la Ciudad de México a fin de garantizar la conservación del paisaje urbano. Esta medida resultó adecuada y necesaria para los directivos de las empresas —a pesar de la falta de claridad hasta el momento—, porque los beneficios brindarán seguridad los anunciantes en sus inversiones al contar con espacios específicos destinados a mostrar sus mensajes.
“Vivimos una etapa de grandes obras, hasta ahora no se habían reconocido reglas claras de operación, cada quien ponía anuncio en donde fuera, se creaba el caos y la industria perdía valor. La experiencia de las grandes ciudades del mundo donde se pone un esquema de orden y automáticamente hay sitios mejor ubicados, con un mejor precio y el anunciante está seguro que lo que paga tendrá impacto en su consumidor”, opina Hugo Camou, presidente del consejo de administración de ISA Corporativo.
Queda claro que la intención de esta iniciativa llevará a la publicidad exterior a una evolución que era necesaria, pues beneficia la imagen de las ciudades y beneficia los intereses comerciales de las empresas. Para la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), con este reordenamiento se generarán más de cinco mil millones de pesos, que podrán ser orientados en beneficio de la capital y sus habitantes.
Por Vanessa Maldonado
*Más detalles de este artículo en la edición de ENERO de Merca2.0