Uno de los sectores más afectados por el coronavirus sin dudas fue el restaurantero. El cierre de diversos centros comerciales así como las medidas de confinamiento afectaron la operación de diversas cadenas de comida como McDonald’s.
Tan sólo en México los números indican que el sector restaurantero es uno de los más afectados derivado de la emergencia sanitaria.
Los pequeños no se adaptan, los grandes lo intentan
Un estudio reciente firmado por Fintonic reveló que, a partir del primer caso de coronavirus en México, los consumidores redujeron su gasto en restaurantes en un 30.03 por ciento.
A esto suma la incapacidad del sector para atender las nuevas normas y condiciones del mercado, lo que se ha traducido en el desplome de ventas para dichas unidades económicas.
De acuerdo con estimaciones entregadas por la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos condimentados (Canirac), el brote de coronavirus en el país se ha traducido en una caída de 90 por ciento de las ventas y el cierre de 30 por ciento de los restaurantes.
Estas cifras cobran importancia si consideramos que hasta principios de abril, la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope) estimaba que los servicios de entrega a domicilio de comida, productos o servicios habrían crecido en 30 por ciento durante la contingencia.
No obstante el último reporte entregado por la Canirac, el cual destaca que apenas 1 de cada 20 restaurantes estaba listo para ofrecer servicio de envío de comida e incluso para llevar.
Si bien las grandes cadenas desde hace varios años ya dominan entes aspecto, lo cierto es que el entorno post-coronavirus traerá nuevas exigencias que los gigantes como McDonald’s deberán de considerar para hacer que el pago del alquiler de los establecimientos que están por abrir (cuando menos de manera parcial) sea una inversión rentable.
Un restaurante a prueba de COVID-19
En este sentido, vale la pena reconocer lo que McDonald’s está haciendo en Países Bajos, mercado que se ubica como el entorno ideal para probar un nuevo modelo de restaurante que espera dar respuesta a las medidas de aislamiento social que deberán seguirse una vez pasada la emergencia sanitaria.
Específicamente en la ciudad de Arnhem, la cadena de comida rápida ha estado probando formas de mantener la distancia social una vez que se minimicen las medidas de confinamiento.
Considerando lo dicho a Reuters por Eunice Koekkoek, portavoz de McDonald’s Países Bajos, “hemos intentado resolver cómo mantener a nuestros clientes y empleados seguros, a la vez que conservamos una atmósfera de restaurante. Estos son cambios drásticos, pero esperamos hacerlos de una forma en que los clientes no los noten demasiado”.
Esta postura llega a la espera de que el próximo 19 de mayo en aquel mercado comience el proceso de reapertura restaurantes, bares y otros espacios públicos.
Con esto en mente, y ante la exigencia de ofrecer servicio con la norma de mantener 1.5 metros de distancia entre clientes y personal para evitar futuros contagios, McDonald’s plantea modificar la forma en la que operan sus restaurantes.
La marca asegura que una de las medidas que podría iniciarse después de la pandemia serbia llevar los productos adquiridos por los comensales en carritos de comida, desde donde cada cliente podría tomar su orden si que exista contacto para persona a persona cumplir con este proceso.
Adicional, estos restaurantes “anti-coronavirus” incluirían estaciones de lavado de manos en la entrada y a un miembro del personal protegido por una pantalla de plástico que indicaría a los clientes su lugar en la fila.
Sólo al 66 por ciento
Es importante apuntar que la marca espera que este nuevo formato de restaurantes trabaje en 180 de los 252 establecimientos con los que cuenta en aquel país, lo que si bien no le permitiría entrar al 100 por ciento al juego si le daría la pauta para atender a casi el 70 por ciento de sus clientes habituales.
“En promedio, esto nos permitirá atender a cerca de un 66 por ciento de nuestros números normales de clientes“, dijo Koekkoek. “Nosotros no esperamos que se autoricen las reaperturas antes de junio. Pero incluso entonces, avanzaremos gradualmente. Reajustar 180 restaurantes es mucho pedir”.
Lo hecho por McDonald’s será un proceso que diversos establecimiento del ramo restaurantero (sin importar su tamaño), deberán de atender una vez que la etapa de confinamiento se levante.
Adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones de mercado sería un aspecto de competencia, en donde sólo aquellos los mejor adaptados y sobre todo, los que lo hagan con mayor rapidez podrían quedarse por un largo tiempo con la preferencia del consumidor.