En días recientes se descubrió que en algunos restaurantes McDonald’s en el medio oeste de Estados Unidos, se ofreció lechuga contaminada a los consumidores. El hecho puso en peligro la salud de decenas de comensales y también daña la imagen de esta cadena de comida rápida con presencia global.
Autoridades sanitarias del estado de Illinois, en la región norte del oeste medio de EE UU, confirmaron que desde mayo se han presentado unos 90 casos de ciclosporiasis, enfermedad causada por un parásito que genera síntomas como diarrea, dolor de estómago, fatiga y náuseas.
La causa son las lechugas para la preparación de ensaladas que se distribuyen en los restaurantes McDonald’s de esta región por lo que fue necesario retirar el ingrediente en unas 3 mil sucursales de esta cadena de venta de hamburguesas y comida rápida. Los casos de enfermedad se han extendido a los meses de junio y principios de este mes de julio.
Casos como este han ocurrido en otras ocasiones en diferentes cadenas de restaurantes, hoteles y otras marcas de productos alimenticios, incluso en escuelas donde los alumnos reciben alimentos por parte de la institución educativa.
Por ejemplo, en 2017 se reportó que en Guadalajara, España, ocurrió la intoxicación masiva de unos 80 niños del colegio San Pedro Apóstol; en el mismo año, en Buenos Aires, Argentina, el lujoso Hotel Faena reportó la intoxicación de unas 23 personas por la ingesta de mariscos durante un evento de artes.
Casos de intoxicación de personas por el consumo de productos comestibles también se han reportado con marcas y productos de origen mexicano. En 2007, por ejemplo, de descubrió que la marca Dulces de La Rosa, fabricante de Pulparindo, elaboraba este dulce tradicional con restos de plomo, por lo que se prohibió su venta en Estados Unidos.
Un caso muy similar se registró ese mismo año, con el mismo agente contaminante y también con dulces de procedencia mexicana: en California, EE.UU. se prohibió la venta de Miguelito y Barrilito.
A su vez, en 2012 la marca estadounidense Kellogg’s se vio obligada a retirar del mercado unas 2.8 millones de cajas del cereal Mini-Wheats por la posible presencia de restos metálicos procedentes de la planta de envasado y preparación de este producto.
Ejemplos como estos confirman el riesgo al que se exponen las marcas generadoras de productos comestibles y muestran el peligro serio que representa no tener cuidado con la calidad y seguridad de lo que se ofrece a los consumidores.
Desde luego, la imagen de McDonald’s y las demás marcas que se muestran en este texto se ve afectada seriamente, pero mucha más seriedad representan los daños a la salud de las personas que ingieren sus productos.