Internacional.- McDonald’s acaba de anunciar el cierre temporal de su establecimientos en Crimea, la hasta hace poco región autónoma de Ucrania que se acaba de anexar a Rusia, debido a los problemas de servicios bancarios y financieros, presumiblemente relacionados con el congelamiento de cuentas contra Rusia, que son parte de las sanciones impuestas por Estados Unidos.
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En la comunicación publicada el viernes pasado, en la que se anunciaba el cierre de los tres locales ubicados en las ciudades de Yalta, Simferopol y Sevastopol, la empresa ha comentado que evalúa sus posibilidades de negocio y las implicaciones regulatorias que pueden resultar de la evolución de la situación en Crimea hasta que resuelva que debe hacer.
Esta situación es considerada por los analistas como una consecuencia de la tensión existente en la actualidad, entre Estados Unidos y Rusia, y mientras algunos políticos rusos, consideran el cierre de McDonald’s en Crimea, es un ‘tiro a Rusia’, con llamados a boicotear los establecimientos de la cadena de comida rápida, mientras que otros representantes del gobierno de Crimea, creen que el vacío dejado será rápidamente por otras empresas y no dan mayor importancia al la decisión de la compañía.
Por su parte McDonald’s ha ofrecido a sus empleados en Crimea, trasladarse a Ucrania a ocupar posiciones similares en sus establecimientos e incluso la paga de tres meses de alojamiento, aunque es importante notar que no pueden transferirlos a los restaurantes de la cadena que existen en Rusia debido a la complicada situacion política. Quienes no deseen el traslado, tienen la opción de renunciar.