Luego de confirmar su interés por continuar sus inversiones en México, este lunes la armadora automotriz Mazda celebró la fabricación de su unidad 500 mil en su planta local, ubicada en la ciudad de Salamanca, Guanajuato.
El vehículo ensamblado fue un modelo Mazda 3, de color machina grey, según informó la empresa japonesa en el evento conmemorativo.
De acuerdo con Saita Kanai, presidente del consejo directivo de la automotriz, la meta se logró en un tiempo récord, al considerar que la armadora en cuestión fue inaugurada el 27 de febrero de 2014.
El mercado mexicano registró un año histórico con respecto a la venta de autos nuevos. En 2016, se reportó la venta de un millón 603 unidades en todo el país, lo cual representó un crecimiento de 19 por ciento con respecto a 2015, según cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Sin embargo, pese al optimismo de Mazda en el mercado mexicano, la colocación de sus vehículos disminuyó 4.4 por ciento, reporta el diario El Economista.
La misma fuente afirma que ello se debió a la falta de inventarios, los cuales resultaron insuficientes para satisfacer la demanda del mercado mexicano.
Informes de la misma empresa señalan que la planta de Salamanca abastece de manera primordial al mercado estadounidense, lo cual deberá ser una situación que se deberá tomar en cuenta a futuro por parte de esta empresa.
Datos de la AMDA, así como de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), afirman que Nissan es el líder en ventas dentro del país, donde concentra un 25 por ciento del mercado, General Motors le sigue con 19.2 por ciento, mientras que Volkswagen tuvo el 15.4 por ciento.
La propia AMIA afirma que el 77 por ciento de los vehículos ensamblados en México son exportados hacia Estados Unidos. No obstante, ante las últimas amenazas arancelarias realizadas por el presidente electo Donald Trump podrían modificar esta situación próximamente.
Basta con recordar que el pasado 3 de enero la automotriz Ford canceló un proyecto de inversión en el país, el cual contemplaba la construcción de una planta productora en San Luis Potosí.
Asimismo, las amenazas que el futuro mandatario realizó a la japonesa Toyota pueden ser una advertencia para el desarrollo de este sector en el país.