Los matrimonios y uniones infantiles, tempranas y forzadas son una realidad en muchas regiones del mundo y afectan, principalmente, a las niƱas y adolescentes. A nivel mundial, se estima que hay mĆ”s de 700 millones de mujeres se casaron cuando eran niƱas o adolescentes, mĆ”s de un tercio de ellas, antes de que cumplieran 15 aƱos.Ā
En MĆ©xico existe esta misma tendencia: aproximadamente 1 de cada 5 mujeres es obligada a contraer matrimonio siendo niƱa o adolescente, en su mayorĆa unidas con un hombre mayor que ellas (por lo menos 6 aƱos mayores).Ā
En 2020, el Instituto Nacional de EstadĆstica y GeografĆa (INEGI) reportĆ³ que en el paĆs habĆa mĆ”s de 313 mil niƱas, niƱos y adolescentes en un matrimonio o uniĆ³n temprana; de los cuales, mĆ”s de 18 mil son niƱas y tienen entre 12 y 14 aƱos. Asimismo, en septiembre del 2022, el INEGI registrĆ³ un aumento del 23% de matrimonios en los que al menos una de las personas contrayentes era menor de edad, respecto a los ocurridos en 2020. La proporciĆ³n de niƱas y adolescentes casadas o unidas es mucho mayor que la de los niƱos y adolescentes. A partir de los 13 aƱos, esta brecha crece progresivamente; situaciĆ³n que podrĆa estar relacionada con la menarca, es decir, la primera menstruaciĆ³n.
Los matrimonios infantiles vulneran los derechos humanos de las niƱas, niƱos y adolescentes; especialmente de las niƱas y adolescentes, pues se ven despojadas de su edad, son expuestas a mayores riesgos de violencia, embarazo precoz, abandono escolar, menor acceso a la salud y pobreza.Ā
El 70% de las niƱas que estĆ”n casadas o unidas no acuden a la escuela, mientras que, para los niƱos en la misma situaciĆ³n, el 41% no asiste; esto quiere decir que 7 de cada 10 niƱas no van a la escuela, mientras que, para sus pares niƱos, esta proporciĆ³n es de 4 de cada 10. Por otro lado, el 33% de las niƱas y adolescentes casadas o unidas que han sido madres, no estĆ”n afiliadas a un servicio de salud, lo cual pone su vida en mayor peligro durante el embarazo, parto y puerperio. AdemĆ”s, la mayorĆa (52%) de las niƱas y adolescentes casadas o unidas que han sido madres estĆ”n afiliadas al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), lo cual las deja desprotegidas en tĆ©rminos de cuidados porque sus hijas e hijos no tienen garantizado el acceso a una guarderĆa gratuita como la que ofrecen los sistemas de seguridad social (por ejemplo, IMSS o ISSSTE). Aunado a esto, al no existir un Sistema Nacional de Cuidados consolidado, el Estado las coloca en una situaciĆ³n de mayor vulnerabilidad en las tareas de cuidados de terceros; situaciĆ³n que impacta en su permanencia escolar y no se les garantiza su derecho al cuidado digno.
A lo largo del tiempo, en Save the Children hemos puesto especial atenciĆ³n a las complejidades que rodean la existencia del matrimonio y uniĆ³n infantil; y observamos que las causas de ese problema descansan sobre normas sociales, estructuras de poder, violencia, pobreza y desigualdades de gĆ©nero arraigadas en las sociedades.Ā
Se puede y se tiene quĆ© hacer algo. Es obligaciĆ³n del Estado y responsabilidad de la sociedad presentar alternativas y erradicar los factores de riesgo que orillan a las niƱas al matrimonio infantil. Para lograrlo, los programas pĆŗblicos deben ser claros y orientados a la atenciĆ³n integral de la problemĆ”tica, tener continuidad a lo largo de diferentes administraciones gubernamentales y contar con presupuestos especĆficos.
Como integrante de la sociedad, te invito a que observes con curiosidad cuĆ”ntas mujeres a tu alrededor fueron unidas o casadas a temprana edad, y sobre todo,Ā a reflexionar lo diferente que pudo ser su futuro y cĆ³mo, incluso, esto pudo aportar al crecimiento de nuestra comunidad.Ā
Las mujeres menores de edad deben de ser niƱas y adolescentes, no esposas.Ā