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Mastercard ya no permitirá que servicios que ofrecen meses de prueba por servicios cobren en automático.
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La empresa considera que esta práctica es cada vez más extendida y resulta “frustrante y costosa tanto para los consumidores como para sus bancos”.
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Pretende que el cliente tenga más control de sus cargos.
Si ya eres suscriptor o pretendes serlo en la plataforma de Netflix, recordarás que para recibir tu prueba de servicio te pidieron tus datos bancarios como si ya estuvieras pagando. Pues Mastercard planea hacer algo con ese tema.
La empresa impedirá que eso suceda y no liberará el pago de dicha suscripción hasta que su propio cliente lo autorice, según manifestó en un comunicado.
Mastercard considera que esta práctica es cada vez más extendida y resulta “frustrante y costosa tanto para los consumidores como para sus bancos”.
Básicamente, lo que pretende es que si te olvidas de cancelar tu suscripción antes de que concluya el plazo, la plataforma no podrá cobrarte en automático y renovar el servicio otro mes. Por lo que tendrá que esperar una confirmación del cliente para realizar el cobro.
“Será necesario que los comercios pidan al titular de la tarjeta su aprobación cuando finalice el periodo de prueba para que puedan empezar a cobrarle”, indicó la empresa.
Entre otras cosas, también señala que los servicios deberán notificar por correo electrónico o por mensaje de texto al usuario la información básica para que sea totalmente consciente de lo que incluye la operación: cantidad a pagar, fecha en la que se realiza el pago, nombre de la empresa que presta el servicio y las instrucciones necesarias para que pueda cancelar el periodo de prueba.
Mastercard pretende que el cliente tenga más control de sus cargos, ya que se exigirá con cada pago recurrente dependiendo de cuál sea el período de renovación; además de que la entidad incluirá junto a cada línea de cargo una URL del sitio web del vendedor o un número de teléfono del comercio o sitio en el que se hizo la compra.
En la actualidad, empresas como Netflix, Spotify o Amazon Prime han hecho de las pruebas gratis el principal gancho para crecer su base de suscriptores, ya que una vez concluido el periodo se cobra directamente al usuario si éste no se daba de baja.
De acuerdo con Comscore, se estima que en 2019, los consumidores pagarán hasta 22 millones de dólares en un lapso de tres meses para ver películas en salas de cine.
Además desembolsarán hasta 25 millones de dólares para ver tres películas por una semana y finalmente, hasta 33 millones de dólares para adquirir un servicio de suscripción sin límite.
Por ejemplo, el servicio de suscripción de AMC alcanzó los 400 mil miembros. En cambio, el de Cinemark obtuvo 350 mil a partir de agosto. MoviePass interrumpió la industria con su servicio de suscripción de películas, pero desde entonces ha encontrado obstáculos financieros.
Los modelos de suscripción ofrecen la oportunidad de retener a los espectadores fieles ofreciendo beneficios. Desde Netflix hasta el Club de cine de Cinemark Holdings Inc., que cobra 8.99 dólares al mes por una película, permitir a los clientes nuevas opciones mensuales y ofrecer descuentos o tarifas personalizadas dice mucho sobre cómo funciona el ecosistema de producto/beneficio en la actualidad.
La respuesta de las cadenas de cine ante lo que pide la audiencia los ha hecho lanzar sus propias alternativas para competir y conseguir más clientes. Al menos cuando se trata de precios. Un análisis de Morning Consult sugiere que las versiones más recientes pueden tener más éxito.