• El 58 por ciento de las mujeres cree que los efectos de la COVID-19 han sido un impedimento para su desarrollo profesional

• Para muchas profesionistas, mezclar su vida laboral y personal  bajo las circunstancias de la cuarentena las ha llevado al borde del agotamiento

• Al mismo tiempo, 47 por ciento de estas especialistas están seguras que el trabajo a distancia puede ser usado para reducir la desigualdad

Debido a que todavía se asocia a las mujeres con ciertas labores domésticas más que a su contraparte masculina, en México todavía hay una profunda diferencia entre ambos sectores. Sin embargo, parece que la pandemia de COVID-19 y la popularidad del home office, más que ayudar a aliviar estas diferencias, solo las están haciendo peores. Al menos así lo sugiere un nuevo estudio de Kaspersky sobre el estado de las mujeres en el sector de la tecnología.

La firma de ciberseguridad encontró que más de la mitad de las mujeres en México encontró que el home office ha retrasado su evolución profesional. En el caso de los hombres, se ha corroborado que trabajar desde casa, con los ahorros de tiempo en transporte y la flexibilidad de horario, se traduce en una productividad superior. No es el caso de la población femenina. Si bien estas profesionistas prefieren trabajar en casa, no pueden concentrarse en sus tareas.

Esto, porque casi la mitad de ellas tienen que luchar con combinar su vida personal con el home office. 60 por ciento se ha hecho cargo de la mayor parte del trabajo doméstico, frente al 44 por ciento de los hombres que han dicho lo mismo. Siete de cada 10 están al frente de las tareas de educación de los niños, y casi la mitad han tenido que adaptar más sus horarios de lo que lo ha hecho su pareja. Esta desigualdad de género se refleja en su desempeño laboral.

Ninguna sorpresa, que la pandemia esté afectando a las mujeres

Prácticamente todas las crisis sociales, económicas y de salud tienden a afectar de forma desproporcionada a la población femenina, no solo la adopción del home office. Desde una vista económica, la BBC señala que la recesión de la COVID-19 es más dolorosa para las mujeres en parte porque tienden a ser despedidas más que los hombres. Pero también por el hecho que las industrias peor golpeadas, como turismo, emplean más personal femenino.

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La situación del home office también solo acentuó las desigualdades que ya existían en el entorno laboral entre hombres y mujeres. Como bien apunta Brookings, desde mucho antes que las profesionistas tenían que soportar la mayor parte de la carga de trabajo doméstico. No solo eso, sino que también adaptaban más su carrera profesional a su familia que sus parejas. El cambio al hogar solamente hizo que estas diferencias se volvieran mucho más marcadas.

Sin embargo, sí hay elementos más específicos del daño que puede hacer el home office a la situación profesional de las mujeres. De acuerdo con el Harvard Business Review, es posible que el hecho que las profesionistas prefieran trabajar desde casa podría alejarlas de los grupos de toma de decisiones. No solo eso, sino que podría poner los esfuerzos de las trabajadoras en segundo plano, fuera del reconocimiento directivo. Ambos factores serán dañinos a futuro.

Otros problemas con el home office

No solo se trata de una desigualdad de género. Contrario a lo que se pensaba en algunos de los círculos más afines al trabajo remoto, la implementación del home office ha sido menos que ideal. Mucha gente no solo no se ha liberado del estrés. Por el contrario, sienten más de lo normal. Esto responde a que muchas empresas han roto los límites de cuándo y dónde deben de trabajar los empleados. Esto hace que muchos estén laborando prácticamente todo el día.

También se tiene que mencionar el problema de la ciberseguridad. El home office ha probado ser una oportunidad de oro para los agentes maliciosos en el mundo digital. Los ataques han aumentado significativamente. Esto, en gran parte porque las empresas no han invertido lo suficiente en proteger los equipos de sus trabajadores en casa. Lo anterior ha resultado en un número inusual de robos de información, afectando a miles de compañías de todos tamaños.