En agosto pasado, BMW anunció un retiro del mercado europeo y de algunos países asiáticos de más de 500.000 vehículos afectados por un problema en el interior de los motores.
De hecho, reconoció que había causado el incendio de 30 automóviles en Corea del Sur este año y emitió un pedido de disculpa.
Este martes, el fabricante alemán de autos de alta gama amplió ese retiro masivo a un millón más de vehículos, todos con motores diésel.
El problema es el mismo y se relaciona con el sistema de escape que “en casos extremos puede provocar un incendio”, dijo la marca en un comunicado.
“En algunos vehículos diésel, el líquido refrigerante puede gotear sobre el escape. Esto, en combinación con los depósitos de hollín típicos de ese lugar y las altas temperaturas normalmente presentes, podría resultar en partículas que se incendien”, dio a conocer BMW.
“Esto podría llevar, en casos muy raros, a afectar el colector de admisión y, en casos extremadamente extraños, provocar un incendio”, dijo la marca alemana.
Para esto, BMW les pide a los propietarios de sus autos que hagan verificar los vehículos para que, en caso de ser necesario, se reemplacen los componentes defectuosos. “Se revisará el módulo de recirculación de escape y si hay una falla, se intercambiarán las partes”, dijo el grupo.
La campaña técnica inicial y la ampliada incluyen “alrededor de 1,6 millones de vehículos en todo el mundo” que fueron producidos “desde agosto de 2010 hasta agosto de 2017”, explicó la marca, acotando que “los periodos de producción de cada modelo varían según cada uno”. Son unos 42 modelos.
En la Bolsa
Las acciones de BMW perdieron un 1,4 por ciento para negociarse a US$ 84,21 en Fráncfort este martes por la mañana.
En Corea, con los incendios de BMW, el problema fue grave. Tanto, que las autoridades prohibieron el manejo de autos de la marca llamados a talleres que no hubieran pasado los controles de seguridad pertinentes.
Los caminos apuntan a China
Este tipo de complicaciones generan ruido en la estrategia de la marca de crecer en los mercados mundiales, especialmente en Asia.
BMW vendió 560.000 autos en China el año pasado, más que en los Estados Unidos y Alemania juntos, y quiere sumar más presencia.
En ese escenario, la compañía alemana confirmó este octubre que pagará US$ 4.200 millones para tomar el control de su negocio en China.
Es el primer fabricante internacional de automóviles en efectuar este tipo de acuerdo desde que el gobierno chino anunciara a principios de 2018 que les quitaría restricciones de propiedad a las automotrices internacionales.
En virtud del acuerdo con su socio chino, Brilliance China Automotive Holdings, BMW aumentará su participación en su empresa conjunta de un 25% a un 75%.
