Santiago, Chile.- Constantemente hablamos de la importancia de la imagen, no sólo en redes sociales, sino en marketing como regla general. Llevada a su máxima expresión, la imagen de video –con todo lo completo que parece ser un audiovisual- no siempre nos da un resultado ideal. ¿Razón? Principalmente porque la gente está muy apurada, muy colapsada diariamente en su ambiente laboral y tiene poco tiempo. Entonces, el hecho de abrir un video y pasarse varios minutos viéndolo “por obligación” (porque alguien lo puso en su muro o lo promocionó como un imperdible) no siempre es una buena práctica. La imagen estática tiene otras ventajas, que analizamos aquí.
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Atracción inmediata. Una buena imagen impacta y no tiene que ser explicada. Nos llega, nos divierte y provoca una reacción emocional fuerte que, muchas veces, genera un share. El producto o su asociación queda en la retina y permanece en el imaginario de los seguidores, con mucha facilidad.
Una sola imagen dice todo. Un video puede tener una imagen inicial poco atractiva, en cambio una sola ilustración o fotografía entrega el mensaje de una vez. Por algo, el crecimiento de Pinterest y en especial de Instagram son tendencias reales, con medidas que lo demuestran.
Asociaciones diversas. Una imagen puede tener un objetivo específico, pero además genera una serie de recuerdos o asociaciones diversas en quien las ve, las que no tienen que ser decodificadas intelectualmente, sino a través de la emoción y eso se produce de forma inmediata y sin el story telling del video.
Por todas las razones anteriores, una foto es más compartida que un video. Aunque la gente no lo sepa, de forma intuitiva un algo porcentaje de usuarios comparten imágenes, no así videos. De alguna forma, se percibe la falta de dificultad en el entendimiento de lo que expresa una sola imagen.