La visión de Amazon sobre el mercado ha sido un aspecto que la ha caracterizado desde sus inicios.
Para muchos especialistas, la estructura y modelo de negocio de Amazon parecía estar lista para recibir un golpe tan duro como la pandemia y las cifras no mienten.
La patente más valiosa de Amazon
De acuerdo con la propia compañía, Amazon registró en su segundo trimestre fiscal ventas totales por 88 mil 900 millones de dólares, lo que representó un crecimiento del 40 por ciento respecto al mismo periodo, pero del año pasado.
Más aún, indicó que sus ingresos netos ascendieron a 5 mil 200 millones, es decir, las ganancias por acción fueron de 10.30 dólares, un incremento del 100 por ciento.
Estas cifras tienen se relacionan en gran medida con el empuje que ha tenido la división del comercio electrónico de la empresa.
Este éxito viene de algo más que la amplia gama de productos que conforman su portafolio. En realidad, Amazon ha ganado en el mercado por ser lo que muchas marcas aspiran en convertirse: Un facilitador para el consumidor.
En 1999, Amazon patentó la funcionalidad “1 clic”, misma que le permitió crear su imperio y que consistía en lograr que los consumidores pudieran ingresar los datos de facturación, envío e información de pago una sola vez para después comprar todo lo que quisieran con un solo clic.
A esto se sumó Amazon la presentación de Amazon Prime, misma que para febrero de 2005 era una propuesta única en su tipo: Por un pago inicial de 79 dólares, los clientes eran recompensados con entrega en un máximo de dos días en todos sus pedidos. En ese momento, Amazon cobraba a los clientes 9,48 dólares por la entrega en dos días, lo que significa que si se hacen sólo nueve de estos pedidos en un año, Prime ya era rentable para el cliente.
Beneficio de más de 12 mil pesos
Estos movimientos del pasado hoy tienen beneficios medibles para el consumidor, en donde la principal ventaja está en la optimización de un elemento invaluable para el consumidor: El tiempo.
Dentro de su última carta como CEO dirigida a los inversionistas, Jeff Bezos, aseguró que el 28 por ciento de las compras en Amazon ese realizan en tres minutos o menos, y la mitad de todas las compras se terminan en menos de 15 minutos.
Al hacer una comparación con el tiempo que lleva hacer las compras en tienda física esto es representa una ganancia para el cliente de 45 minutos.
De esta manera, el cálculo en tiempo ganado por parte del director general de Amazon dicta que “si suponemos que una compra típica en Amazon dura 15 minutos y que nos ahorra un par de viajes a una tienda física a la semana, eso supone un ahorro de más de 75 horas al año”.
Las proyecciones de Bezos no han quedado ahí, sino que se ha aventurado a entregar una proyección medida en valor monetario.
“Para poder obtener una cifra en dólares, valoremos el ahorro de tiempo en 10 dólares por hora, lo cual es conservador. Setenta y cinco horas multiplicadas por 10 dólares la hora y restando el coste de Prime nos da una creación de valor por cada miembro de Prime de unos 630 dólares (cerca de 12 mil 575 pesos mexicanos). Tenemos 200 millones de miembros Prime, con un total en 2020 de 126.000 millones de dólares de creación de valor”, destacó en su escrito el fundador de Amazon.
¿Por qué es importante?
El tiempo en mercadotecnia no sólo tiene que ver con el tiempo de respuesta hacia el consumidor. Se trata de un tema que debe atenderse desde aristas mucho más complejas como el ahorro de tiempo que supone un punto de venta o los productos por sí mismos.
Recordemos que como mencionan desde Avaya, 6 de cada 10 consumidores afirma que otorga su preferencia a aquellas marcas que privilegian experiencias de compra sencilla que ofrecen soluciones rápidas ante cualquier demanda.
Las declaraciones de Fabián Ghirardelly, country manager de Kantar Worldpanel México, dan contexto a la premisa: “La proximidad es cada vez más relevante en México, simplemente porque no tenemos muchas ganas de trasladarnos para comprar, y entonces hoy muchos retailers están apostando a abrir muchos puntos de venta, de formatos más pequeños, para estar más cerca de la gente. Hemos visto también en los últimos años como algunos retailers han puesto en el mercado propuestas de valor interesantes para cautivar a un shopper más exigente, dispuesto a pagar por un mejor servicio o una mejor experiencia de compra”.
Todo lo anterior supone que el tiempo hoy puede ser visto como un activo más que el consumidor busca adquirir, es decir, el ahorro de tiempo en cada jornada de compra se traduce en un intento por comprar tiempo, fenómeno que con mayor frecuencia se asocia con los conceptos de lujo y status.
Hablamos de la redefinición de un driver que si bien históricamente ha encaminado las decisiones de compra, hoy toma mayor fuerza ante consumidores que prefieren pagar más a cambio de tener más tiempo para vivir experiencias alineadas a sus intereses.