En los últimos años y en especial después de la elección presidencial de Estados Unidos donde Donald Trump resultó ganador gracias al trabajo de Cambridge Analítica, Las empresas tecnológicas en Internet han estado cada vez más vigiladas y han tenido que incorporar nuevos procesos para proteger la información de los usuarios.
El escrutinio y presión constante dieron lugar a la eliminación de las cookies de terceros por parte de Firefox, Safari y ahora también Google, y a todo esto se agrega el anuncio de Apple diciendo que con el nuevo sistema operativo las aplicaciones ya no podrán capturar la identidad del dispositivo del cliente sin su consentimiento explícito.
Estamos viviendo un momento donde por fin se le presta atención a la privacidad de los usuarios en Internet, aunque esto implique afectaciones a las estrategias de marketing que consideraban los datos de las personas para accionar.
Mucho del marketing actual utiliza cookies para identificar a los usuarios y con base en su información brindarles la experiencia de marca que les corresponde. Al quitar las cookies de la ecuación, muchos están sufriendo al no saber que hacer para llegar de manera eficiente al consumidor.
Que tan útiles son las Cookies
Cuando se inventaron las cookies hace ya varios años, eran una herramienta ideal para brindar una experiencia enriquecida a las personas que ya había navegado por nuestro sitio web. Originalmente no eran pensadas para publicidad, sino para ofrecer al visitante una navegación más fluida y rica en contenido de acuerdo a su histórico reciente.
El marketing basado en cookies tenía varios inconvenientes, el principal es que las cookies las guarda el navegador, pero el usuario de Internet actual navega desde varios dispositivos durante el día, desde una laptop, el celular, una tableta, hasta la televisión, un smartwatch y otros dispositivos, lo cual hace muy complicado identificar a la misma persona en diferentes escenarios.
Esto provoca que si navegamos en un sitios de compras, es frecuente ver precios diferentes en cada dispositivo, ya que por lo general las ofertas se ajustan de acuerdo la historia que se tiene con el visitante.
Como hacer marketing sin cookies
Ahora bien el no contar con las cookies ya no es un tema opcional, ahora es una realidad que no podremos contar con ellas para nuestras estrategias, así que tenemos que encontrar otros caminos y debo reconocer que estos pueden resultar mucho mejores y más precisos.
Veamos algunas opciones
People Based Targeting
a publicidad basada en personas fue introducida por Facebook para aprovechar toda esa información que tiene de los usuarios y ellos se la dan de manera legal y hasta con gusto. Este tipo de publicidad se basa en asignar un identificador único para cada usuario usuario. Podemos definirlo como un sistema enfocado en el cliente, que opera en función de sus datos de comportamiento en tiempo real.
Este método no depende de las cookies de terceros para rastrear a los usuarios o recopilar datos, y permite a las marcas encontrarse con los clientes en los lugares y momentos en los que realmente quieren relacionarse con ellos.
Desde mi punto de vista este es uno de los métodos más efectivos para llegar al público, ya que al asignarle un identificador universal y centralizado es factible enviar un mensaje a la persona en distintos ámbitos y momentos de su vida, sin saturarlo, e incluso creando una experiencia diferenciadas en cada dispositivo.
Éste modelo es el que utilizan actualmente Facebook, Twitter, Instagram, Tik Tok y Amazon, ya que cuentan con información real de sus usuarios.
Marketing Contextual
Este fue uno de los primeros métodos de segmentación que hubo en Internet y prácticamente se desechó cuando llegó la publicidad basada en cookies.
La publicidad contextual consiste en mostrar anuncios que son relevantes de acuerdo al contenido que se muestra en la pantalla.
Los anuncios contextuales suelen ser relevantes para la persona, ya que hacen total sentido con el contenido que está navegando.
Éste modelo fomenta el crecimiento natural de Internet, ya que requiere una generación de contenido suficiente para poder convertirse en negocio y ser rentable, ya que de acuerdo a la cantidad de contenido es la cantidad de espacios publicitarios con que se cuenta para comercializar.
El conocimiento que no se comparte, pierde por completo su valor