En últimos años los medios de comunicación, en especial los digitales, han alterado la forma en la cual operan las instituciones gubernamentales y la forma en que se comunican gobierno y política en general con lo ciudadanos. Desde hacer un trámite, una recaudación de impuestos hasta llevar a cabo unas elecciones electorales.
Por ello, esta relación entre política y ciudadanía tiene una materia que se enfoca en el estudio y manejo de la estrategia entre ambas partes, que se denomina marketing político y que puede ser utilizada en distintas ocasiones según sean los objetivos deseados.
Es vital señalar que realizarlo conlleva mucha responsabilidad ya que existe una línea delgada entre propiciar una comunicación entre las partes ya mencionadas y otra la manipulación con fines obscuros.
Hablemos de uno de los objetivos más comunes dentro del marketing político, las campañas electorales…
Una campaña requiere de un gran trabajo previo y de un robusto equipo que ayude al candidato a llevar toda su comunicación y esencia a los ciudadanos, pero más aún las campañas se han centrado en generar emociones que es lo que mueve el voto, pues la gente decide por el corazón más que por las razones. (al menos en américa latina).
No obstante, es necesario que este componente se acompañe de una estrategia para alcanzar los objetivos:
Análisis
Como en todo procedimiento de marketing, es primordial conocer el mercado, es decir analizarlo a través de encuestas previamente corridas para tener claro el panorama: temas de interés para la población, posicionamiento con respecto a otros candidatos, el nivel de conocimiento del candidato con respecto a la población, intención de voto, cuánto de positivo se tiene, las secciones con mayor rentabilidad y menor para tener clara la estrategia de geolocalización, etc.
Una vez esto, definir nuestro público meta en cuanto a nivel socioeconómico, edad, interés; para poder hacer los mensajes especializados.
Creación de una marca política y del mensaje
Este apartado se encuentra ligado directamente a la esencia del candidato, ya que entre más auténtica sea su imagen, mejor aceptado por la población es. Quienes construyen a un candidato ficticio tienden a pasar el resto de la campaña apagando crisis por lo complicado que se torna.
Así pues, la creación de una marca política debe contemplar esencia, mensaje principal e imagen que vaya alineado no solo a la comunicación sino a la estrategia general del proyecto. Esto ayuda a mejorar o mantener la reputación creando un sentimiento de identidad con el partido o candidato y una relación de confianza con el electorado.
Comunicación del mensaje
En este punto es importante generar una estrategia de los medios a utilizar y contemplar, por donde el candidato tenga mayor contacto con la ciudadanía. En casi todos los casos, las redes sociales son la mejor opción para crear un vínculo de acercamiento y confianza con la población ya que es hoy en día el teléfono es una extensión inmediata de comunicación.
Por ello son más que indispensables los buenos contenidos. La gente está harta de ver a los políticos comunicarse en un lenguaje complicado y con las mismas imágenes que no generan una emoción. Por lo que es todo un reto poder hacer que los mensajes tengan la suficiente credibilidad y sencillez para la población.
Este apartado es muy extenso por lo que dejaré pendiente profundizar más para otros artículos.
Creación de vínculos / comunidad
Una de las tantas ventajas que tienen las redes sociales, es que se pueden construir vínculos cercanos al electorado a través de los mensajes. No tenemos que desgastar al candidato recorriendo a pie todo el territorio para crear un lazo de confianza. Por ello es importante que el equipo de gestión lleve seguimiento de los mensajes. Esta puede ser una oportunidad de conocer cercanamente las necesidades de la población y tomarlas en cuenta para generar propuestas en la agenda de trabajo.
Crisis
Esta fase no debe pasar desapercibida en un inicio ya que, en la mayoría de las campañas, lamentablemente hay una crisis generada por los otros candidatos donde tratan de desprestigiar al nuestro. Por ello, realizar un protocolo, es fundamental para no caer en errores que puedan costarnos posteriormente la elección.
El marketing político es tan importante ya que puede tener un impacto significativo de cómo es percibido el candidato e incluso puede cambiar decisiones de voto, siempre y cuando, todas las áreas involucradas en la estrategia general se coordinen.
Y por si alguien tenía esta duda: las redes sociales por si solas difícilmente pueden arrojar resultados absolutos, pero si pueden ser de mucha ayuda en una campaña.