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En México hay poco más de 84 millones de usuarios de internet, según datos del Inegi.
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Con ello, tendencias digitales emergen como una nueva “casilla” de oportunidad para actores políticos en contienda.
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Expertos consideran un marketing político en 2023 marcado por la polarización social y el uso de nuevas tecnologías en campañas.
En un país tan polarizado en el que hacer política es cuestión de mercadotecnia y publicidad, es necesario definir el tipo de paradigma que enfrentarán en este 2023 tanto los aspirantes como los votantes, pues con el inicio de este nuevo año ya se “cocinan” estrategias preelectorales para los siguientes meses. Y es que, poco a poco, emergerán diversas campañas de marketing político que darán protagonismo a la imagen al uso de las tendencias sociales, medioambientales y tecnológicas del día a día de las generaciones más jóvenes y futuros electores.
A partir de este mes todos los actores políticos tienen clavada la mirada en acciones de marca poco tradicionales que ayudan a incentivar el pulso político entre millennials y centennials y que demuestran, claramente, que hablar su idioma es la mejor forma de conectar y transmitir propuestas de agenda, no por nada decenas de políticos encaminan su discurso a redes sociales y tendencias virales.
Ejemplo de ello son los múltiples fundionarios públicos con aspiración a otro cargo de elección popular que hacen “campañas fantasma” en TikTok e Instagram y trabajan en su imagen personal a través de videos sobre su vida, trabajo, logros y hábitos, como el ex Presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) Arturo Zaldívar, el Canciller, Marcelo Ebrard, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, el Gobernador de Nuevo León, Samuel García y muchos más.
Asimismo, ya vemos cómo algunas “corcholatas” presidenciales de Morena empiezan a ver el marketing político como lo que es… una estrategia de marca personal que debe ser publicitada y protegida. No por nada al menos 10 candidatos han registrado su nombre ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para obtener regalías de las campañas hechas en para publicidad, foros y prensa, entre otors medios, de cara al proceso electoral del 2024… ¿Qué se vislumbra ahora como transición del esquema tradicional al digital?
Marketing político 2023: desafíos y aprendizajes en año preelectoral
Este 2023 es un año preelectoral de reflexión para agencias de comunicación y relaciones públicas que impulsen el marketing político de ciertas figuras, sobre todo cuando hablamos de tendencias.
Según el informe de la consultora LLYC, en los últimos cinco años es donde más se ha visto reflejada la división social y el incremento de debates y discusiones, algo que se puede responder -como la misma definición conceptual lo explica- por los movimientos políticos, de régimen, legales y ciudadanos que han surgido con el cambio de Gobierno en el país, en 2018. No obstante, pese a estos ejemplos, México es un país menos polarizado que Estados Unidos, Brasil o España y reporta un mejor concenso en temas de feminismo y cambio climático que otras zonas iberoamericanas.
Por ello, entender en dónde están las preocupaciones y exigencias, así como la conversación digital, hará que los desafíos se “apalanquen” a nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, el metaverso y otras de la Web 3.0 que han surgido a partir de la pandemia de Covid-19 y la hiperconectividad.
- Para Carlos Merlo, especialista en marketing digital y marketing político, este es el principal cambio que se verá en las estrategias de mercadotecnia, sumadas, por supuesto, a movimientos de mayor transparencia y promesas cumplidas que provoquen satisfacción al consumidor.
“Recordemos que somos lo que exhibimos, cuidemos lo que publicamos, confirmemos lo que compartimos, si es que quieres lograr tus objetivos”, explica el especialista.
Esto, ya que la información actualmente viaja a velocidades insospechadas y los usuarios de internet -y votantes- son cada vez más quisquillosos a la hora de encontrar la verdad, pues basta con escribir la palabra de búsqueda en cualquiera de las redes sociales para encontrar múltiples referencias y experiencias de otras personas en todas partes del mundo.
Teniendo esto en cuenta, Carlos Merlo define posibilidades de éxito en las próximas elecciones para aquellas campañas que apliquen aprendizajes de 2022 en marketing digital, como la veracidad de las publicaciones, el centro y foco de las emociones transmitidas y la empatía con el consumidor (elector).
Así, la agenda política y mercadológica tendrppa un nuevo protagonismo en los modelos de sociedad que cada formación proponga a través de los distintos canales de comunicación y los targets dirigidos, donde las prioridades digitales se definan en un ámbito socioeconómico, energético y medioambiental que aporte una dósis de confianza y no de zozobra entre los ciudadanos que aún aprenden a vivir en un entorno dividido entre el ecosistema off y online.
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