Internacional.- Si tuviéramos que definir marketing lateral con una sola palabra, la elegida sería innovación. Y es que esta estrategia no se concibe sin este enfoque diferente que rompe por completo con el marketing vertical. En las próximas líneas te contamos en qué consisten ambos y en qué se distinguen.
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En primer lugar, es preciso hablar de marketing vertical o marketing tradicional. En este caso, se identifica un mercado potencial y unas necesidades y se trabaja en productos que las satisfagan, definiéndose también las estrategias de marketing a seguir, adecuadas tanto a lo que se desea comercializar como al público objetivo. El marketing vertical, en resumen, se basa en la identificación de un problema y la posterior búsqueda de soluciones.
Por su parte, el marketing lateral aparca esta metodología y surge de aplicar el denominado “pensamiento lateral”, acuñado por Philip Kotler y Fernando Trías de Bes. Desde el portal Sintetia explican que “el pensamiento lateral trata de resolver problemas de una manera indirecta y utilizando la creatividad, minimiza los procesos lógicos tradicionales del pensamiento, aunque no los niega, y apuesta por modelos lógicos no habituales”.
El marketing lateral se fundamenta en la idea de crear “vacíos” con el objetivo de hallar soluciones innovadoras, es decir, abandonar el pensamiento lógico para tratar de llenar ese “vacío” y lograr que esas ideas, en apariencia absurdas, cobren todo el sentido.
¿Cuándo utilizar marketing lateral y cuándo vertical? Las estrategias de marketing lateral son altamente recomendables cuando el mercado está saturado y es necesario diferenciarse de la competencia. Por el contrario, el marketing vertical será útil en un mercado con menos competencia.