Internacional.- Un restaurante en Londres se vio bajo duras crĂticas desde antes de abrir sus puertas al ofrecer en su menĂș lo que los condenados a la pena de muerte pidieron en su Ășltima cena. Las quejas fueron tantas que se cancelĂł su apertura. Te contamos los detalles de este ejemplo de marketing que fracasĂł.
MĂĄs notas relacionadas:
ÂżAcierto o fracaso? Terrorismo y pedofilia para promover el crossfit en Brasil
3 errores que garantizan el fracaso en tu fanpage de Facebook
Cómo evitar que tu rediseño de imagen sea un completo fracaso
Death Row Dinners iba a ser un restaurante pop-up, es decir, temporal, en Londres pero fue vĂctima de la guillotina antes de abrir debido a la conmociĂłn que provocĂł en la opiniĂłn pĂșblica por la temĂĄtica del establecimiento.
El menĂș del restaurante mostraba las fotografĂas de presos condenados a muerte con lo que pidieron para cenar antes de ser ejecutados. Dichos platillos serĂan servidos a los clientes de Death Row.
Como ya es costumbre ante cualquier caso polĂ©mico, las crĂticas en redes sociales como Twitter y Facebook no se hicieron esperar, en las que se acusĂł al restaurante de lucrar con la muerte de personas ejecutadas por el Estado de una manera muy mĂłrbida.
A travĂ©s de la cuenta de Twitter y el sitio oficial del restaurante que nunca fue, los responsables de la compañĂa anunciaron que ofrecen disculpas por cualquier ofensa que hayan provocado. âEl restaurante temporal tenĂa la intenciĂłn de explorar el concepto de las Ășltimas cenas: cualquiera que ha ido a una fiesta probablemente ha tenido una conversaciĂłn sobre quĂ© serĂa lo Ășltimo que comerĂaâ.
We’re saddened by the response & sorry for the offence. @DeathRowDinners is intended to explore ‘last meals’. In full http://t.co/9u0KQSwdon
â Death Row Dinners (@DeathRowDinners) September 16, 2014
Imagen: Twitter, Death Row Dinner