El marketing de nostalgia tiene como objetivo conectar hechos positivos del pasado con el presente y de esta forma establecer una relación con nuevos consumidores, apelar al conocimiento y experiencia de la marca así como subirse a una tendencia actual.
En 1979, el sociólogo Fred Davis, realizó la primera interpretación moderna de la nostalgia, asociándola con hechos positivos. La empresa de investigación de mercados Lexia, refirió que la nostalgia se definió como un anhelo intenso de personas, hechos, lugares o cosas del pasado, de situaciones vividas que nos hicieron felices.
Los sentimientos nostálgicos son frecuentes de manera individual, lo que psicológicamente se interpreta como una necesidad de regresar al pasado que detona un estado de bienestar.
Sin embargo, esto no se debe de confundir con la melancolía, ya que esto evoca sentimientos negativos, la nostalgia trae en primer contacto autobiográfico, en segundo plano el contacto interpersonal y en tercer aspecto la valoración de la experiencia pasada.
Lexia indica que desde hace unos años así como en la actualidad, diferentes categorías y marcas han utilizado el elemento nostálgico para generar y re significar la relación que tienen sus consumidores. Factores como el ambiente social, político y económico han contribuido a generar un clima de incertidumbre, en donde lo único seguro, perdurable y que difícilmente puede cambiar.
En tanto, la conjunción de factores socio económico y político más una necesidad de los consumidores de contar con experiencias perdurables y positivas, ha establecido una oportunidad para las marcas de utilizar el factor nostalgia como moneda emocional de cambio para campañas de comunicación, generación de eventos e incluso lanzamientos de productos con un toque de los mejores momentos de las marcas.
El marketing de nostalgia como una tendencia busca hacen sentir al consumidor, tranquilo, seguro, feliz y conectado con la historia así como recuerdos positivos con la firma. Es así como se ha observado la “novedad “ sobre el regreso de los Tamagochis, el “nuevo” Walkman de SONY o el clásico Nokia 3310 con el jueguito de la ‘viborita’, cuyos lanzamientos tuvieron el objetivo de revivir un recuerdo grato en marcas que han dejado su posicionamiento más que en un recuerdo, posiblemente en un olvido del consumidor.