Muchos entramos en crisis sin saber cómo cumplir con sus requerimientos ni si lograríamos hacerlo cabalmente. Fue un golpe repentino, pero creo que acertado. Hoy, somos mucho más conscientes de su importancia, y por eso las marcas no solo lo entienden y lo valoran, sino que también lo capitalizan.
En el mundo actual, donde las redes sociales nos inundan con imágenes de vidas aparentemente perfectas y sonrisas forzadas, es fácil caer en la trampa de la “positividad tóxica”. Esta presión constante por mostrar una felicidad inquebrantable y un éxito rotundo puede generar un efecto contrario, aumentando los niveles de ansiedad, frustración y la sensación de no ser suficiente.
En este contexto, el marketing de la salud mental se presenta como una oportunidad para que las marcas establezcan una conexión más auténtica y humana con su público. Ya no se trata de vender una imagen superficial de felicidad, sino de reconocer y aceptar la complejidad de la experiencia humana, con sus altibajos, vulnerabilidades y desafíos.
¿Cómo pueden las marcas abordar la salud mental de manera responsable y efectiva?
- Adiós a la superficialidad: Es hora de dejar atrás los mensajes genéricos como “sé feliz” o “piensa positivo”. Las marcas deben profundizar en temas como la ansiedad, el estrés, la depresión o el agotamiento laboral, mostrando empatía y comprensión hacia las dificultades que enfrentan sus consumidores. Esto puede incluir campañas que normalicen las emociones “negativas”, que brinden información sobre cómo identificar y manejar estos problemas, o que simplemente muestren que está bien no estar bien todo el tiempo.
- El poder de la vulnerabilidad: Compartir historias reales, mostrar las imperfecciones y reconocer las propias luchas puede generar una conexión profunda con la audiencia. La vulnerabilidad, lejos de ser una debilidad, se convierte en una herramienta poderosa para construir confianza y autenticidad. Las marcas pueden compartir historias de sus empleados, clientes o incluso de sus fundadores, mostrando cómo han enfrentado desafíos de salud mental y cómo han buscado ayuda.
- Más allá de las palabras: El compromiso con la salud mental debe ir más allá de las campañas publicitarias. Las marcas pueden apoyar causas sociales, donar a organizaciones benéficas que trabajan en el campo de la salud mental, ofrecer recursos de salud mental a sus empleados, crear productos o servicios que promuevan el bienestar emocional o incluso implementar políticas internas que fomenten un ambiente laboral saludable. Esto demostrará que la marca está realmente comprometida con el bienestar de sus consumidores y empleados.
- Influencers con propósito: Los influencers juegan un papel importante en la conversación sobre salud mental. Es crucial que las marcas elijan colaboradores que aborden el tema con responsabilidad, promoviendo la desestigmatización y la búsqueda de ayuda profesional cuando sea necesario. Los influencers pueden compartir sus propias experiencias con la salud mental, hablar sobre la importancia de buscar ayuda y dirigir a sus seguidores hacia recursos útiles.
- Colaboración con expertos: Las marcas pueden asociarse con profesionales de la salud mental, como terapeutas, psicólogos y psiquiatras, para desarrollar contenido preciso y útil sobre la salud mental. Esto puede incluir la creación de artículos, videos o podcasts que brinden información sobre diferentes trastornos mentales, consejos para manejar el estrés y la ansiedad, y recursos para encontrar ayuda profesional.
- Crear espacios seguros: Las marcas pueden crear espacios, tanto en línea o fuera de línea, donde las personas se sientan seguras para hablar sobre sus experiencias con la salud mental. Estos espacios pueden ser foros, grupos de apoyo o incluso eventos presenciales, donde puedan compartir sus historias y conectarse con otras personas que atraviesan situaciones similares.
- Fomentar la autoayuda y el autocuidado: Las marcas pueden fomentar la importancia del autocuidado y la autoayuda para una buena salud mental. Esto incluye compartir consejos sobre el manejo del estrés, la mejora del sueño, una alimentación saludable y la importancia del ejercicio regular. Además, pueden ofrecer descuentos en productos o servicios que promueven el bienestar mental, como clases de yoga, meditación o terapia.
El marketing de la salud mental no es solo una tendencia; es un cambio fundamental en la forma en que las marcas interactúan con sus consumidores. Se trata de construir marcas con propósito, que genuinamente se preocupen por el bienestar de las personas y contribuyan a crear una sociedad más sana y compasiva. En un mundo que nos exige ser “perfectos” todo el tiempo, es momento de abrazar la autenticidad y recordar que está bien no estar bien.
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Arturo Ortiz, CEO Birth Group
Y recuerda: buscar para encontrar y encontrar para seguir buscando.
