Por Marco A. Ríos
El Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) destina el 75 por ciento de sus recursos a relaciones públicas para promover a México.
La mercadotecnia turística es más una estrategia de contacto personal que de grandes campañas masivas. Francisco López Mena, director del CPTM comenta que para esta industria, una primera gran diferencia entre el marketing tradicional con el que se realiza la promoción del país consiste en que no se puede incidir en el producto que ofrecen. “El que va a vender un artículo, lo fabrica; nosotros no podemos hacerlo, pero lo preparamos con infraestructura”. Se trata de proyectos en donde participan dos grandes socios: el gobierno y los empresarios. El primero se encarga de crear estrategias inteligentes que estimulen o provoquen el deseo de viajar a nuestro país. El segundo, promover entre los turistas los establecimientos en los cuales se pueden hospedar, transportar y alimentarse.
López Mena resalta que existe una inversión para la promoción en donde los recursos provienen del gobierno federal quien aporta una parte, mientras que el sector privado el otro tanto. El resultado de esto ha sido el liderazgo en top of mind en el mercado estadounidense.
Sin embargo, a pesar de que esta industria ocupa el tercer lugar como proveedor de divisas, existe un riesgo de caer en un commodity. Lo cual acarrearía grandes problemas. Artemio Santos, director de operaciones del CPTM, apunta que esto podría suceder si México continúa en la venta de los sitios de playa y sol al turismo. Ahora, apunta el ejecutivo, la competencia por estos sitios comienza a ser muy fuerte en el ámbito internacional. Por eso, la estrategia para este año del CPTM es explotar las zonas que otras naciones no cuentan. Por ejemplo, ciudades coloniales, destinos de aventura y sitios arqueológicos.
De acuerdo con las nuevas expectativas de los turistas, desean más una experiencia que un relajamiento. “El concepto tradicional del turista pasivo aún existe, pero también hay una corriente que creciente que busca experiencia activa”, resalta Artemio.
Santos puntualiza que México, con sus sitios antes señalados tiene oportunidad de conquistar por una parte, a los europeos y sudamericanos quienes están en búsqueda de lugares o temas ecológicos. Por otro lado, en sitios coloniales, son más socorridos por los estadounidenses. “Como en el marketing tradicional, vemos e identificamos los productos para buscar en dónde están los mercados que los solicitan. En nuestro país tenemos un valor agregado como pocas naciones: la diversificación de centros de esparcimiento.
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