El día de hoy quiero platicar con ustedes sobre el maridaje que existe entre los quesos y el vino, este maridaje es algo de lo cual estamos muy acostumbrados a ver en las distintas mesas tanto en restaurantes como en nuestras casas, y muchas veces es el platillo ideal para una cena romántica.
Algunas personas consideran que el queso no se lleva bien con el vino principalmente por al alto contenido de grasa que tiene el queso, lo cual inhibe las papilas gustativas y de cierta forma afecta la percepción del vino en todo su esplendor. Desde mi punto de vista los quesos y el vino sí se llevan, sólo que necesitamos saber cómo armonizarlos para la experiencia sea realmente buena.
Debemos tener un buen balance entre la potencia y características del queso con la potencia y características del vino, ya que si hacemos una combinación que no empate vamos a ver como uno de los dos perdura por arriba del otro y no logramos este matrimonio.
Algo que es muy importante es conocer los generales del queso y del vino, ya que existen ciertos quesos que son muy sencillos, bajos en grasas (panela, cabra, oaxaca) cuya armonía va a ser con vinos del mismo tipo (vinos blanco seco y ligero), por el otro lado tenemos los quesos que son de pasta dura, añejos, madurados, ahumados, etc., los cuales van a requerir un vino idealmente tinto con mucha potencia, buena acidez y tanicidad que pueda armonizar con los quesos de estas características. En el punto medio existen muchas opciones que pueden maridar no solo con vinos blancos, rosados o tintos, si no también con vinos de postre o bien oportos, como lo hacen en Francia en donde los quesos son postres adicionalmente.
Existen ciertos quesos en donde acostumbramos acompañarlos con alguna fruta o bien con semillas, aquí es importante considerar la fruta que seleccionemos para elegir el vino adecuado que acompañe tanto al queso como a fruta, por ejemplo, un queso brie con higos, el cual se puede maridar con algún vino tinto de crianza media.
La recomendación que les puedo hacer es que se aventuren a probar diversos quesos con distintitas intensidades, acompañados con frutas y panes de su elección, con distintos tipos de vinos para que identifiquen lo que les gusta o no les gusta de estos acompañamientos.
¡Salud!