Videocine y el estudio de Huevocartoon publicaron este viernes el trailer de su más reciente entrega animada “Marcianos contra Mexicanos”, película que se estrenará el 9 de marzo en los cines del país.
Sin embargo, los poco más de tres minutos que dura el material recuerdan aquellos relatos graciosos de la cultura popular mexicana (los chistes), donde el ingenio mexicano se impone al de los estadounidenses, al de los japoneses e incluso al de los marcianos.
La historia se basa en una invasión extraterrestre a la Tierra, la cual no se completa porque hay una zona que supo defenderse: México. El gobierno de Estados Unidos recluta a connacionales para repeler el ataque por la genialidad que los protagonistas tienen en lo individual.
El proyecto fue dado a conocer en 2016 por Huevocartoon y prometió regresar a los orígenes que hicieron famosa a su marca en internet, “dando toques de irreverencia y malas palabras”.
El tema se ha posicionado en la conversación digital, generando cerca de 6 millones 495 mil 655 cuentas alcanzadas en Twitter, además de 7 millones 564 mil 650 impresiones, según mostraron cifras de TweetReach.
Algunos de los comentarios en redes sociales alrededor del avance de la película son los que hablan de la sobrecarga de los estereotipos en los personajes, como: el policía corrupto, el oriundo de un barrio popular, una vendedora ambulante, una madre soltera, son los que resaltan en la historia.
Pese a que las respuestas de los defensores piden que “los inconformes” sólo tomen la calma y vean un material 100 por ciento mexicano, encontramos algunas cuestiones.
La saturación en el mensaje publicitario puede representar un problema para la planeación de un contenido, ya que el público meta se puede sentir abrumado por la cantidad de figuras, jingles, personajes y no pueda tener una experiencia.
Esta situación se da de distintas formas y es muy importante entenderlas, en tanto puede conllevar a gastar dinero que finalmente se desperdicie.
¿A que nos referimos? en el campo publicitario vemos dos ejemplos que se colocaron como sobreexplotadores de estos recursos. Telmex estrenó, en julio de 2017, su campaña “Macronet en Infinitum”, con la que anuncian el servicio de conexión a internet de alta velocidad; sin embargo, el comercial comienza con una sola persona hablando, quien pregunta a la audiencia “¿si conoce qué es Macronet?” y comienza una secuencia de canciones y ritmos musicales que saturan el mensaje.
El comercial busca integrar a todo el potencial consumidor de los productos Telmex, pero en los 60 segundos que dura el anuncio, la carga de imágenes en el mensaje provoca cortarlo antes de que termine.
Otro caso más reciente, fue el de la campaña “Vivir es Increíble” de GNP Seguros, publicada en diciembre, la cual enmarca un episodio de tránsito en la Ciudad de México, mismo que cambia con el inicio de megacoreografía al ritmo de la canción “Sax in the City” de Fleur East.
Los comentarios hacen la crítica sobre la carga en el mensaje y sobre la imprecisión que los creativos tuvieron en transmitir lo que querían.
Las desventajas de la saturación de un contenido son muchas y afecta a todos. A los usuarios les genera rechazo, afecta los niveles de audiencia (aunque obtienen mayor ganancia a corto plazo) y disminuye la efectividad en el impacto.