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La #MarchaFifí se realizó en contra de las últimas decisiones del gobierno de transición y nombrada así por los usuarios de redes sociales.
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La tendencia mostró un comportamiento orgánico, ya que tanto opositores como simpatizantes alimentaron su crecimiento en Twitter.
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La discusión no ha sido con argumentos técnicos, económicos o inclusive políticos, sino con descalificación y consideraciones socioeconómicas.
Los resultados de las elecciones de México siguen generando diversas reacciones en el entorno político y social, clara muestra es que a menos de 20 días de que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tome protesta ya se ha definido un tanto de lo mucho que será su agenda política.
Durante la mañana de este domingo, diversos ciudadanos, agrupaciones civiles y organizaciones no gubernamentales se dieron cita para la #MarchaFifí, en contra de las últimas decisiones del gobierno de transición y nombrada así por los usuarios de redes sociales, por la manera en la que AMLO se refiere a sus opositores.
“Por todos, por ti y por mí, marchemos el domingo 11 de noviembre a las 11 del Ángel al Zócalo. Viste de negro porque estamos de luto por nuestra democracia”, se leía en la convocatoria hecha en redes sociales.
El contingente caminó del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino, para protestar por la decisión del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) en Texcoco.
La tendencia mostró un comportamiento orgánico, ya que tanto opositores como simpatizantes alimentaron su crecimiento en Twitter, generando cerca de 304 mil cuentas alcanzadas, 353 mil impresiones y 100 tweets por minuto, de acuerdo con cifras de Tweet Reach.
Las reacciones mostraron una polarización entre quienes ocupan las redes sociales, ya que si bien existen los grupos que están rotundamente en contra del gobierno de transición, así como los que apoyan, también surgen los grupos que toman sus propias causas, a propósito de la marcha.
“Mas si osare un Moreno migrante/ profanar con su planta mi odio…”. La xenofobia a lo que da también en la #MarchaFifí. Del Ángel de la Independencia al Zócalo. pic.twitter.com/tp6b6HCNsO
— Jenaro Villamil (@jenarovillamil) 11 de noviembre de 2018
En México, el discurso de odio se desató con la combinación de dos disparadores que coincidieron en tiempo y espacio.
La discusión no ha sido con argumentos técnicos, económicos o inclusive políticos, sino con descalificación y consideraciones socioeconómicas. Una vez más, la dialéctica de ricos y pobres, los buenos y los malos, los que defienden sus intereses corruptos contra los redentores de la pureza nacional.
No se sabe quiénes están calentando a la sociedad, si son espontáneos, o grupos interesados que están manipulando e incendiando los ánimos. Hay consignas que podrían haber salido de las fábricas de desestabilización que alimentan el rencor y la desunión.
Hay otras actitudes que son comunes en las redes, enajenadas e insatisfechas con el estado de cosas, donde aflora el resentimiento social y la indignación que se ha vivido en este país desde hace varios años contra todo lo que se identifica como el status quo.
Lo que se está fomentando y potenciando es el discurso del odio. No han cambiado las cosas, e incluso, hablando empíricamente, parecería que este desacuerdo se ha profundizado.