Las marcas suelen renovarse para potenciar sus alcances y tanto en su imagen, diseño y en la fórmula de sus productos.
A continuación se enlistan seis consideraciones que hay tomarse en cuenta siempre que quieras renovar un producto o su diseño creativo.
1. Un rediseño no tiene que ser integral
No es necesario eliminar cada uno de los elementos que ya componían al producto original, hay que dejar aquello que ya era funcional o que está vigente en el producto.
2. Los diseños ahora deben ser amables con el ambiente
Los diseños desarrollados en el pasado pueden representar un daño para el ambiente, por lo que se hace necesario saber reutilizar y ahorrar en recursos. No se trata sólo de una moda o tendencia, se trata de una necesidad urgente de todas los sectores. Si estás inmerso en un proceso de renovación de producto, considera el uso de material reutilizable y en el uso de pocos elementos para lograr ese ahorro.
3. Renueva el espíritu de la marca y el producto
Tu propia creatividad, tus alcances profesionales, el espíritu del proyecto y las necesidades del cliente son cuatro factores que determinarán el ánimo que tendrá el diseño. Considera este punto y descubre su esencia desde que estés en bocetaje o planeación.
5. Menos es más, siempre
Acerca del ahorro de recursos, la renovación de un producto también a la imagen misma de todo producto de diseño. Y es que la sencillez y economía visual redundan siempre en un diseño más contundente, más claro en su mensaje y de mejor gusto.
Productos de calzado como los converse Chuck Taylor o los tenis Panam de México representan ejemplos de productos que han tenido nulos o muy pocos cambios.