Internet ha permitido el acceso ilimitado a la información dándole a las personas un espacio no solo para comunicarse sino también para decir lo que quieran. Esta situación se complejiza aún más, por un lado, con las redes sociales que multiplican el alcance y, por el otro, con los medios que en busca de informar con la misma velocidad, muchas veces dejan de lado cuestiones básicas como el chequeo de fuentes.
En las pantallas los contenidos son fugaces, inabarcables e inagotables, de esta forma, la infoxicación o exceso de información contribuye a la propagación de las fake news y por eso se deben monitorear continuamente para reaccionar y actuar adecuadamente.
Además, para sumar más confusión al panorama, adicional a este fenómeno surge el concepto de posverdad que ocurre cuando los hechos objetivos tienen menos influencia en la opinión pública que los que apelan a las creencias personales. Pero, lo relevante acá más allá de las definiciones, es que la gente las cree y difunde, y aquí radica su poder: en la velocidad y su bajo costo de producción.
Ahora bien, ¿en qué forma las noticias falsas afectan a las marcas?
- Por un error de comunicación o críticas que se viralizan en redes sociales
- Por una publicidad mal realizada
- Por una toma de decisión errada basada en una noticia falsa.
Esto deja entrever que es clave, para quienes se desempeñan en comunicación, no guiarse sólo por los medios o por quien lo dice sino verificar la fuente original.
En este contexto, ¿cómo evitar que las fake news afecten a las marcas?
- Monitoreando su reputación y la de su nicho de mercado, especialmente en plataformas sociales dado que cuando corre un rumor sobre una marca, lo primero que hace la gente es ir a las redes para saber si es verdadero o no y no le interesa corroborar o contrastar la información, ya que si hay muchas personas hablando del tema, lo dan por cierto y eso justifica su difusión.
- Identificando y detectando los temas que puedan generar una reacción del público.
- Analizando la solidez y reputación de los espacios donde la marca pauta.
En esta línea, el seguimiento y análisis son herramientas claves para que las marcas puedan responder rápidamente al fenómeno de las fake news, sobre todo si tenemos en cuenta que frente a los nuevos hábitos de consumo de información, las redes sociales son el espacio donde la gente elige expresar sus opiniones. Es decir, las marcas deben estar presentes donde está ocurriendo la conversación sobre ellas. Es una tarea compleja sobre todo en esta era de la posverdad, en la que la emoción prevalece por sobre la razón.
En definitiva, hoy una de las principales tareas del profesional de comunicación es generar una relación de confianza entre la marca y sus públicos porque esta confianza, trabajada a largo plazo, es la mejor forma para hacerle frente a las fake news.