En un país que lamentablemente destaca por su problemática de obesidad y sobrepeso, las marcas del sector de alimentos y bebidas han decidido innovar para volverse parte de las acciones que intentan resolver el problema.

El año pasado, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016 (ENSANUT), reflejó en sus resultados un crecimiento en el porcentaje de consumo diario de alimentos y bebidas que están relacionados con dichos padecimientos.

Dichas cifras, sumadas a las campañas que atacan directamente a los productos que contienen azúcar, son un factor que deben de tomar en cuenta cientos de compañías medianas y grandes cuyos productos se caracterizan especialmente por su sabor dulce.

Sin embargo, para algunas empresas, el panorama actual se presenta como un reto para estimular su capacidad de innovación.

Dicen que crisis es equivalente a oportunidad si se analiza desde el ángulo correcto, y así lo han hecho varias empresas al ofrecer productos con menor contenido calórico, sin azúcar o con menos grasa, haciendo que la vida del consumidor sea más ligera.

Lala, sacó la línea de leche Siluette Plus, la cual disminuye el aporte calórico en un 41% y el contenido de grasa en un 93% con respecto a su producto original. Por su parte, la gelatina Jell-o redujo un 78% su aporte calórico al sustituir el azúcar por edulcorantes; lo mismo que hizo Smucker’s con su mermelada de fresa sin azúcar.

Por su parte, las compañías refresqueras también han tomado cartas en el asunto. En entrevista para Listín Diario, Eugenio Méndez, vicepresidente global de marketing para Latinoamérica de Coca-Cola, declaró: “Nos enfocamos en nuestros productos bajos en calorías para que el cliente no tenga que preocuparse y pueda seguir disfrutando su Coca-Cola sin temor a que ésta rompa con sus objetivos dietéticos.” refiriéndose a su nuevo producto Sin Azúcar.

Con estas acciones, las marcas no sólo logran salir adelante en el mercado, sino que al mismo tiempo se vuelven parte de la solución al moderar, en medida de sus posibilidades, el consumo calórico de las personas que eligen sus productos.

Ahora sólo es cuestión de cada uno de los consumidores encontrar un equilibrio entre las calorías que consume y las que quema. Lo cual conseguirá realizando actividad física y cambiando los hábitos de sedentarismo que se han arraigado en la sociedad mexicana.