¿Un diseño recargado o despojado? ¿Packaging repletos de colores y biseles o minimalistas puros? ¿Logos brillantes y con volumen o extremadamente planos?
Cuando se avanza en el diseño de logotipos o de un packaging, esa dicotomía es una de las primeras que se plantea cualquier creativo. La mayoría de clientes, esto es muy común, prefieren los diseños recargados, entienden que de esa forma sus marcas se verán más porque resaltarán ante su competencia.
Los diseñadores, por lo general (no todos), valoran los diseños más despojados. “No hay que llenar todos los espacios que quedan en blanco”, suelen decir.
Este trabajo de la creativa británica Becky Murray es un interesante ejemplo de “minimalización” de packaging de marcas reconocidas. Lo hizo en dos o tres pasos, con logos mundialmente famosos en la mayoría de los casos.
Hacia lo más simple
La simplificación de los logos es una tendencia, especialmente entre las marcas de autos. Por ejemplo Citroën, que con su rebranding y el slogan de marca nuevo (“Inspired by you”) dejó atrás el lema que lo acompañó casi una década (“Créative Technologie”). El rediseño del logo lleva a una imagen monocromática, despojada, sin volumen ni efectos.
En 2015, Mini Cooper también cambió el logo hacia un diseño minimalista:
Algo similar, hacia un logo plano, también hizo la marca alemana Audi.