Muchos ejecutivos de marca creen que hacer mercadotecnia es sólo darle un trapazo por fuera a la marca. Para que brille, reluciente y se venda más. En mi experiencia, no hay nada más equivocado para una marca. Trapear la marca sólo por fuera es matarla al mismo tiempo. Existe algo que es marketing interno. Que toca a las audiencias y mercados objetivos que conviven con la marca todos los días. Esas audiencias parecen lógica sencilla, pero son audiencias cautivas muy clave para que la marca crezca y viva muchos años. Me refiero a los colaboradores, empleados, consultores, proveedores y sus familias.
La congruencia es la igualdad de sinergias en todas las audiencias de la marca, empresa o individuos. Es la acción de la libertad sin destruir al ser humano. La congruencia es un valor fundamental para todos. Si estás mal por dentro, no puedes estar bien por fuera y viceversa. Todas las marcas del siglo 21 deben de ser congruentes. Por naturaleza y por supervivencia ¿Por qué? Porque con estos dispositivos, tanta hiper información y tantas herramientas digitales, los humanos nos damos cuenta de todo y de nada al mismo tiempo. Esto es un rasgo de la posmodernidad. Un símbolo, no es bueno y malo, es un manifiesto de nuestra deteriorada salud mental. Porque estamos alienados, más presentes afuera que por dentro. Sin contenido.
Esto mismo le pasa a las marcas que están un poco perdidas, no muertas, están desubicadas. Quieren estar más presentes por fuera que por dentro. Olvidándose de los restos de ADN que tiene su marca, muy fuertes por dentro.
¿Cómo inyecto congruencia a mi marca?
Los mejores publirrelacionistas de tu marca son tus empleados, inversores, colaboradores, consultores, proveedores y accionistas. Si ellos están convencidos de quién eres, lo presumirán a todos. Esa es publicidad de boca a oreja. La más valiosa de todas y que trae energía positiva, clientes y prospectos.
Los mensajes no son los mismos, evidentemente, pero deben de ser diseñados para ser congruentes y que los tuyos sean bocinas parlantes que amplifiquen tu discurso de ventas a todos, mucho más fuerte.
Esto no significa ser blandengue con los de adentro. Lo firme no está peleado con la humanidad y el diálogo. Se puede ser firme y al mismo tiempo bondadoso. Las marcas más poderosas son los que tienen sus audiencias internas convencidas de los mensajes congruentes de la marca, de las acciones internas y con clientes y de los discursos.
Diseña mensajes que no prometan lo que no puedes cumplir, por fuera y adentro de tu marca. Sé fuerte y auténtico por fuera y por dentro. Sé. La vida es corta y si no nos divertimos, no nos haremos millonarios y nos amargaremos el alma en el camino de esto que es la vida. Somos instantes, dicen por ahí.