- “No es política, es una estrategia de marketing“, dice la fábrica italiana que produce líneas de vinos con etiquetas sobre dictadores y otros personajes de la historia.
- La “línea nazi” incluye 37 botellas diferentes con lemas como “Sieg Heil” y “Ein Volk, ein Reich, ein Führer”.
- En 2023, cuando el hijo del fundador se haga cargo de la empresa, dejará de lado esa línea.
Una compañía italiana que produce y vende vinos bajo la marca “Hitler” desde 1995, finalmente decidió dejar la iniciativa.
¿La razón? “Estamos cansados de la polémica”, dijeron.
Las botellas de “vino nazi” han generado fuertes controversias desde que se comenzaron a vender en Italia hace 30 años.
La compañía, Vini Lunardelli, que tiene su sede cerca de Venecia, en el noreste del país, no sólo produce vinos con etiquetas con motivos sobre “Adolf Hitler”, también vende gama de productos con el dictador español Francisco Franco, con Josef Stalin y Lenin.
Las botellas nazis siempre han generado críticas, particularmente entre grupos judíos que acusan a los vinicultores de glorificar a Hitler y burlarse de sus crímenes.
Dejan de vender el vino Hitler en Italia
Andrea Lunardelli, quien espera hacerse cargo de la bodega en 2023, dijo que pondrá fin a la gama que incluye 37 botellas nazis diferentes con lemas como “Sieg Heil” y “Ein Volk, ein Reich, ein Führer”.
Los vinos se venden en casi 60 tiendas de Italia y se pueden adquirir online. Están prohibidos en Alemania y Austria porque violan las leyes sobre la difusión de propaganda nazi. También en otros países, pero no en Italia.
La empresa siempre ha afirmado que no es por “política”, sino por negocios, y que Andrea “no es un nazi”.
Según le confió la marca a Vice World News, la etiqueta más vendida es la que tiene a Hitler como protagonista. “Desafortunadamente, el producto más solicitado es Hitler, especialmente por los alemanes, pero también por muchos británicos, nórdicos, franceses y rusos”, dijo.
Andrea explicó que la compañía va a discontinuar toda la línea histórica a partir de 2023, cuando él suceda a su padre Alessandro.
Andrea dijo que está “cansado de las controversias” y que cree que “la reacción a las botellas es exagerada”.
El próximo propietario apuntó que los compran coleccionistas y fanáticos de la historia y aclara que “Hitler era abstemio, por lo que incluso podemos decir que el alcohol y Hitler son una buena broma”.
En las tiendas donde se venden, frecuentemente aparecen botellas rotas, lo que alarma a los turistas.
El Foro Judío para la Democracia y contra el Antisemitismo de Alemania dijo sobre la gama de vinos sobre Hitler: “La estrategia de marketing es irrespetuosa con todas las víctimas del régimen nazi y sus descendientes”.
El Centro Simon Wiesenthal ha protestado repetidamente por los vinos que, según dicen, los simpatizantes fascistas compran como artículos de colección y ha pedido un boicot.
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