“Esto no es un sistema, es un emoji”. “Si no hay nada que contar no hay nada que diseñar”. “Los sistemas de identidad deben narrar historias; las historias deben ser expresivas en todos sus aspectos”. “Lo peor que le pasó al diseño no fue el Paint ni la Comic Sans, fue el copy-paste”.
Estas son algunas de las frases que el diseñador argentino Marcelo Sapoznik, titular de la Materia Diseño de Identidad Institucional (FADU/UBA), expone en una interesante crítica respecto de la nueva Marca País de Argentina.
El experto en marcas y autor del libro “Diseño de identidad institucional”, Sapoznik escribió en la web de la Unión de Diseñadores Gráficos de Buenos Aires un artículo (La Marca País y los diseñadores vampiros) en que, con mucha ironía, critica la nueva Marca País, la manera en que se comunicó y la ausencia de un concurso abierto que permitirá discutir una “política de Estado”, como el mismo Gobierno califica a su marca.
El rebranding presentado por el Gobierno de la Argentina ya había generado una discusión que reflejamos en Merca2.0.
Estos son algunos de los párrafos de la crítica de Sapoznik, que gira en torno a los Diseñadores Vampiros:
“Todos los días nacen, crecen, se reproducen y mueren identidades diseñadas en todo el mundo y no les prestamos demasiada atención, pero cuando aparece alguna identidad que huele a sangre ahí aparecemos los Diseñadores Vampiros”.
“¿La marca país es una cuestión de Estado? ¿Entonces el Estado no debería haber llamado a un concurso (…)? ¿No debería haber existido un concurso de antecedentes, honorarios y propuestas superadoras? Digo superadoras porque no nos olvidemos que ya teníamos una marca país. ¿Esta supera a la anterior? o ¿a la anterior de la anterior?”.
“No sé si se enteraron que la Universidad de Buenos Aires se ubica dentro de las primeras universidades más reconocidas del mundo. Dentro de la UBA existe la Facultad de Diseño y Urbanismo (FADU) en donde podría haberse convocado a un jurado nacional e internacional”.
“Sé que el mundo de las corporaciones es muy ambicioso, pero un tono democrático y público no le hubiese venido mal a todo esto”.
“Mi primer posteo decía ‘esto no es un sistema, es un emoji’ y abrí una puerta por donde se colaron varios Diseñadores Vampiros”.
“Lo peor que le pasó al diseño no fue ni el Paint ni la Comic Sans, fue el Copy and Paste. Un Sistema de Identidad no se construye a partir de copiar y pegar su isotipo como estampilla en todas sus aplicaciones (eso pasaba en los 70’s y en los 80’s)”.
“El Sistema de Identidad se construye a partir de su sistema tipográfico, si fueran propio mejor (hay tantos diseñadores argentinos de tipografías, conozco uno muy bueno, pero se perdieron la oportunidad de que tengamos nuestra propia tipografía), el sistema cromático, fotográfico, sus signos básicos de identidad y su articulación, sus elementos gráficos (texturas, tramas, fondos, etc.) y su lenguaje visual y verbal”.
“Me gusta siempre comparar estos sistemas de identidad con el cine. Entre el norteamericano y el francés, por ejemplo. En el primero te dejan toda la bandeja servida, inclusive el epílogo resuelto y si no te alcanza, ahí está la mesa dulce en los créditos. El francés, o por lo menos el que me gusta a mí, es más contundente. Te cuenta la historia y, cuando el director decide, es tiempo de que el espectador haga su trabajo. Reflexione, construya, y se involucre en la historia”.
“(…) Parte del problema fue no presentarlo a la sociedad como merece un proyecto de escala nacional e internacional y de interés público como la Marca País. Se la perdieron. Lo mostraron tímida y parcialmente. Si pasaba, pasaba. Ya nos acostumbramos a esto. Un problema de comunicación”.
El texto completo de Marcelo Sapoznik es muy interesante.