La digitalización de las cosas es una tendencia que crece a ritmos acelerados. Datos publicados por Statista indican que entre 2016 y 2020 el número de dispositivos conectados crecerá de 22.9 mil millones a 50.1 mil millones de unidades. Esto supone que el mercado internet of things tendrá un valor en los siguientes caro años de 1,710 mil millones de dólares a nivel global, una cifra considerablemente mayor a los 743.1 mil millones que se registraron al cierre del pasado.

Para los equipos de mercadotecnia y publicidad el panorama anterior supone grandes oportunidades para optimizar sus estrategias y mantenerse en la preferencia del mercado, entendiendo que no sólo se trata de un mayor número de puntos de contacto para conectar con los públicos meta. El incremento de dispositivos conectados promete grandes cantidades de datos que al ser seleccionados, analizados e interpretados de la manera correcta permitirán conocer al consumidor a mayor profundidad para identificar, incluso, comportamientos post-compra de gran valor para optimizar cada uno de los esfuerzos desarrollados.

Esta tendencia, es la base de una nueva arena de competencia empresarial, en la que las “grandes empresas” no se definirán de esta manera por su capacidad productiva o su tamaño per ce, sino por la capacidad con la que dispongan para sacar provecho de las nuevas tecnologías en función del entendimiento -y predicción- del mercado con mayor profundidad en el menor tiempo posible.

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Los ingresos mundiales generados por el segmento de automóviles inteligentes, capaces de controlar diversos dispositivos a distancia y permitir el acceso a plataformas online de cualquier tipo al consumidor crecerán de 790 millones de dólares en 2015 a 6 mil 786 millones de dólares durante 2020 (Statista).

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Rodrigo Ruiz, vicepresidente de mercadotecnia para CMR, da contexto a la premisa al hablar de las agencias creativas en el país: “La tecnología está lista para que las buenas agencias la aprovechen. Yo no sé si todas las agencias están listas para aprovecharla. De ahí se van a diferenciar las realmente grandes -no en tamaño- de las chicas”.

A este nuevo entorno económico guiado por los datos y la conectividad de las cosas, que hoy vive sus inicios y que en el futuro próximo se consolidará, se suman otros avances tecnológicos como la inteligencia artificial, fenómeno en crecimiento que si bien abre nuevos caminos para optimizar recursos y la rentabilidad de negocio, también supone cambios de gran relevancia.

Si se suma la cantidad de dispositivos conectado que se proyectan para los siguientes años con los sistemas de inteligencia artificial que la mayoría de los mismos poseerá, tenemos frente a nosotros el nacimiento de un nuevo nicho de “consumidores”, que funcionarán como intermediaros de gran influencia entre empresas y humanos.[g1_quote author_description_format=”%link%” align=”right” size=”m” style=”simple” template=”03″]

Durante 2018, el 50 por ciento de las empresas de más rápido crecimiento tendrán menos empleados capacitados que máquinas inteligentes.

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Hablamos de softwares y máquinas inteligentes que, a decir de diversos estudios, en los siguientes cuatro años comenzarán a jugar un papel importante en la cadena de valor, no sólo como medios o recursos de diferenciación en el mercado, sino como verdaderos tomadores de decisiones que demandarán atención por parte de las compañías y marca para satisfacer las necesidades del consumidor final.

Un reciente estudio publicado por Gartner revela que durante 2020, los agentes autónomos de software fuera del control humano participarán del 5 por ciento de las transacciones económicas efectuadas en el mundo, mientras que el los siguientes dos años se espera que más de tres millones de trabajadores a nivel global sean supervisados por “jefes robot”.

De hecho, la firma de investigación augura que en 2018 existirán 6 mil millones de dispositivos y cosas conectadas que demandarán soporte lo que a decir de Darly Plummer, vicepresidente y analista de Gartner, durante una conferencia se traduce en los nuevos clientes que solicitarán servicios, datos y ‘atención al cliente’ que les permitan cumplir sus tareas para satisfacer de manera práctica y sencilla las necesidades de los usuarios humanos. Comercializar con robots será la nueva forma de construir negocios.

El panorama que los avances tecnológicos dibujan al corto y mediano plazo, demanda una reestructuración importante de los modelos empresariales y de negocio, en donde las nuevas tecnologías no sólo deberán ser vistas como una innovación capaz de acelerar la productividad de una compañía. La innovación en esta arista vendrá del entendimiento sofisticado de los datos y sistemas de inteligencia artificial, para aprovechar el puente que los avances tecnológicos apalancados de las necesidades prácticas e inmediatas del mercado construyen en esta era.