Detroit, MI.- La compañía Chrysler acaba de lanzar una campaña en la cual se utiliza la figura de un jugador de baseball. La estrategia va hacia mostrar que el trabajo duro detrás de un deportista exitoso es equiparable al trabajo que conlleva diseñar y fabricar un automóvil.
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Miguel Cabrera es el beisbolista venezolano que la marca escogió para protagonizar su nueva campaña, ¿por qué? Debido a que juega en las grandes ligas, en el equipo de los Tigres de Chrysler. A la fecha, su salario está estimado en 21 millones de dólares al año. El mensaje del spot que protagoniza está enfocado en la frase: “No hay atajos”.
Como se sabe, la compañía tiene su sede en el Estado de Michigan, en Auburn Hills, y tanto el auto como la camioneta que se anuncian en el spot son importados de Detroit. La agencia encargada de la campaña es Doner.
El riesgo implícito en este tipo de campañas, consiste en que en el deporte no hay nada escrito y, si a los Tigres de Detroit no les va bien en la siguiente temporada, el efecto es negativo, no sólo para la marca Tigers sino que también lo será para Chrysler.
Esta estrategia de Chrysler para nada es nueva. Con mucha frecuencia las marcas usan la imagen de deportistas o gente exitosa, a fin de mostrar su lado humano. Otro ejemplo de esto es lo que Chevrolet hizo en su comercial de Silverado, a principios de septiembre, en el cual presentó a un padre con su hijo y su camioneta. Al mostrarnos el lado humano de la marca, intenta comunicarnos que un auto no es sólo una máquina.