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La producción de ropa se ha convertido en un trabajo que no tiene desperdicio, por el contrario, es una apuesta muy seria por parte de las marcas.
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Entre los elemento que han ayudado a las marcas a innovar en la actualidad están el diseño y la adopción de estrategias sustentables.
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Un aspecto que no podemos perder de vista es el que nos advierte de la comunicación a través de acciones de marca.
Las marcas como Mango están definiéndose cada vez más en función de tareas mediante las cuales están comunicándose con el consumidor con decisiones que toman en sus productos u operaciones, mediante los cuales se están pautando cada vez más nuevas propuesta que están cambiando los productos y han dejado de lado los simples mensajes.
Ante estas nuevas apuestas, estamos viendo cambios muy importantes y la mayoría de ellos están enfocados en la sustentabilidad, por lo que los espacios de retail están dejando de ser simples lugares ociosos únicamente dedicados a exhibición de prendas y venta, para ahora instalar una máquina capaz de reconvertir ropa usada en nueva.
También estamos siendo testigos de cambios muy serios en las cadenas de producción de marcas como Mango, que han dicho adiós a las bolsas de plástico, mientras que otras marcas se han dado a la tarea de incrementar su catálogo de prendas sustentables.
El caso de Mango
Al principio de la nota advertíamos que las marcas están comunicándose con el consumidor con acciones, ya no con simples mensajes como hizo Zara, luego de que la marca publicó una imagen en negro con la que se quiso sumar a las protestas por discriminación racial en Estados Unidos.
Lejos de la desafortunada medida, la marca solo demostró que sigue apostando por la comunicación monótona, la que no piensa en alternativas de narrativa como Mango si está haciendo.
En el caso de Mango, la marca ha anunciado que se deshará de las cubiertas de plástico que usa en sus prendas en las cadenas de producción y que son estas tradicionales bolsas que nos entregan en las tintorerías.
La medida es reemplazar estas bolsas por material de papel, como una forma de poder reducir el tremendo peso que tiene en el ambiente confeccionar prendas.
“Se trata de un plan de grandes magnitudes, que tendrá un impacto muy positivo en el medio ambiente, ya que gracias a su implementación dejaremos de utilizar cada año alrededor de 160 millones de bolsas de plástico. Estamos muy satisfechos de llevar a cabo este tipo de proyectos que nos ayudan a avanzar hacia una moda más sustentable que nos permite, a su vez, llevar a cabo la transformación sostenible de la compañía”, asegura Toni Ruiz, consejero delegado de Mango.
Otras marcas como H&M han apostado por la reconversión de sus espacios y han comenzado a utilizar sus tiendas como centros de reciclaje de prendas, por lo que a través de enormes máquinas patentadas en China, ropa usada se deshace, se arman hilos y se crean nuevas piezas.
A estas estrategias se suman medidas como las anunciadas por Tommy Hilfiger, que ha comenzado a confeccionar ropa interior con materiales reciclados.
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