Internacional.- Durante el año pasado el Manchester United, la tercera franquicia deportiva más valiosas del planeta de acuerdo con la revista Forbes, tuvo una de las peores temporada de las últimas décadas, hecho que no sólo disminuyó su valor, sino que también obligó a algunos de sus socios comerciales a evaluar su sociedad con el conjunto británico.

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Varios meses antes de que terminara la temporada 2013-14, los Red Devils tuvieron el ‘descaro’ de solicitar a la empresa estadounidense Nike, sponsor técnico del equipo hasta el final de la campaña 2014-15, un contrato por mil millones de dólares y 10 años para renovar con ellos, movimiento que parecía bastante osado para un equipo de media tabla y que no tendría presencia en UEFA Champions League el siguiente año.

Al final Nike decidió dar por terminada su relación de negocios con el Manchester United al argumentar que los beneficios que obtendrían de la firma de tan ostentoso contrato no resultaban tan atractivos para ellos, sobre todo ante la situación actual de incertidumbre que atraviesa el club inglés. Todo lo anterior resultaba más que sensato por parte de los americanos.

Sin embargo, de repente Adidas hizo una abrupta aparición en escena y aceptó superar la oferta que Manchester United le había exigido a Nike, es decir más de mil millones de dólares por 10 temporadas, hecho que parecía bastante ilógico dada la situación actual del equipo.

Pero la ‘buena suerte’ del United no culminó con la firma del multimillonario contrato, pues tan sólo un par de días después la marca japonesa de alimentos Nissin también se convirtió en nuevo patrocinador del Manchester United a nivel global, con un campaña que incluirá productos brandeados en prácticamente todos los rincones del orbe.

De tal modo, el Manchester United nos demuestra que dentro del marketing, al menos dentro del marketing deportivo, el dicho “crea fama y échate a dormir” puede ser entendido de manera literal, aunque ahora habrá que ver cuánto tiempo pueden aguantar los sponsors si es que los resultados del equipo no mejoran pronto.