Empecemos por el marketing de celebridades, qué si bien puede funcionar para algunas de las grandes marcas, no se adapta tan bien al mercado en general. Muchas de las celebridades dispuestas cobran enormes sumas de dinero, lo que las deja fuera del alcance de la mayoría de las empresas.

Un obstáculo adicional de recurrir a celebridades, es que a menudo no existe una conexión genuina con el producto que promocionan. ¿Por qué debería confiar en la palabra de un famoso sobre un producto si claramente no la utiliza? De hecho, de acuerdo a un estudio de eMarketer, el 61% por ciento de las mujeres afirmaron que el contenido que no se percibiera como genuino, las detendría de engancharse con un contenido patrocinado.

Es obvio que los influencers son de gran valor en el terreno de las redes sociales debido a su gran cantidad de seguidores leales, qué en conjunto, construyen una comunidad con intereses y valores similares, lo que facilita que una marca llegue al público objetivo específico que tiene en mente. Todo se reduce a encontrar al influencer adecuado que llegue a un gran grupo de personas compatibles para convertirlos en clientes potenciales.

Los influencers no exigen un presupuesto tan elevado como el de las celebridades, sin embargo, para muchas empresas, los macroinfluencers acaban siendo inaccesibles en términos económicos. Entonces surgen los microinfluencers como opción que, en algunos casos, se consideran aún más efectivos, especialmente cuando se trata de crear compromiso.

Aunque los microinfluencers están en segmentos más pequeños, estos pueden funcionar bien, pues están formados por personas que están genuinamente comprometidas y se involucran activamente con sus publicaciones. También gozan de más credibilidad porque tienen un vínculo más estrecho con su base de fans.

Ello ha provocado que muchas de las empresas se inclinen por trabajar con microinfluencers. Estas personas suelen tener entre 2000 y 100,000 seguidores, según su nicho y su principal canal de redes sociales, mucho menos que las celebridades o los macroinfluencers, pero sus seguidores a menudo son más fervientes en su apoyo.

Aunque el uso de influencers puede tener muchos efectos positivos, existen algunos riesgos que puede enfrentar y que debe tener en cuenta cuando se planea incluir personas influyentes en una campaña de redes sociales.

Una marca que quiera ver su mensaje difundido ampliamente apoyándose con microinfluencers, le exigirá mucho más trabajo y dedicación. El microinfluencer puede tener una mayor tasa de compromiso con sus seguidores, pero en términos de volúmenes reales, el macroinfluencer o la celebridad lo superan.

Obviamente, cuanto más gente esté participando, más esfuerzo exigirá. El trabajo que implica interactuar con 10 microinfluencers es probablemente implica diez veces más esfuerzo que hacerlo con un solo macroinfluencer.

Es vital que las marcas no se basen únicamente en el número de seguidores en su búsqueda de influencers. Las estadísticas realmente importantes son aquellas que miden el compromiso, la cantidad total de Me gusta, acciones compartidas y comentarios en una publicación.

Por supuesto, esta es una compensación necesaria para muchas marcas. Esto es particularmente así para una empresa con un presupuesto pequeño o nulo, que tiene que asumir todo el trabajo de encontrar influencers y construir relaciones con ellos.

El marketing de influencers puede ser una herramienta muy poderosa para construir una marca. Sin embargo, tomemos en cuenta que el éxito requerirá una estrategia subyacente firme basada en datos y relaciones sólidas con influencers auténticos.

El uso de influencers en su enfoque para llegar a grandes audiencias puede tener muchos beneficios y, si se es consciente de los riesgos y proactivo para evitarlos, los influencers pueden ser la clave del éxito para sus próximas campañas en las redes sociales.