Un mal inicio de semana, Under Armour presentó sus resultados financieros correspondientes al primer trimestre del año, mismo en el que refleja un duro impacto por el contexto económico global de los últimos meses.

En su informe, la empresa deportiva con sede en Baltimore indicó que entre enero y marzo del presente año obtuvo ingresos por 930 millones de dólares, por debajo de lo registrado en el mismo periodo de 2019, cuando reportó mil 204 millones; destacando que las ventas mayoristas y las realizadas en Estados Unidos (su principal mercado) cayeron 28 por ciento en ambos casos.

El problema no es sólo haber reportado menos ingresos, algo que ha sido una constante en la mayoría de las marcas en estas semanas de entrega de reportes financieros. Lo malo para Under Armour es que quedó por debajo de las estimaciones de los analistas situadas en 976 millones de dólares.

Aunado a ello, la marca dijo que tuvo pérdidas netas por 559.7 millones de dólares, en gran medida producto de los efectos del coronavirus. “Desde mediados de marzo, a medida que la pandemia se aceleró dramáticamente en América del Norte (…) y se produjeron cierres de tiendas minoristas, por lo que hemos experimentado una disminución significativa en los ingresos en todos los mercados”, explicó el CEO Patrik Frisk al presentar el reporte.

Esto está afectando nuevamente a la marca, que cae más de 11.3 por ciento en el índice NYSE de la bolsa de valores de Nueva York, para buscar su valor de capitalización bursátil en poco más de 3 mil 775 millones de dólares, agudizado su constante caída desde enero febrero de este año, pasando de un valor por acción de 20.45 dólares (10 de feb) a 8.80 dólares esta mañana.

Un plan de acción para resurgir

Under Armour lleva muchos meses tratando de estabilizar la compañía debido a que le ha costado cada vez más trabajo ganar market share ante el incesante crecimiento de Nike que cada vez entra a más segmentos en los que la de Baltimore se había posicionado como referencia, y que Adidas ha hecho lo propio, tanto con productos de la marca de las tres franjas, como con Reebok; incluso ha sido afectada por la estrategia de Lululemon.

No obstante, no cede en su misión, de hecho en su reporte financiero se destacó que se espera que este martes logre un acuerdo de crédito modificado, que debería proporcionar un mejor acceso a la liquidez, según exponen desde MarketWatch, algo que se sumará a otras medidas de ahorro de costos relacionadas con el coronavirus.

De este plan se destaca que despedirán de manera temporal a cierta parte de su plantilla, aquellas personas que están en tiendas y centros de distribución en Estados Unidos, además de que en su reporte se advierte que limitarán sus activaciones de marketing más importantes, “hasta que tengamos una mayor visibilidad de la magnitud del impacto del virus en la demanda y el comportamiento del consumidor”.

El plan de Under Armour es ajustar los gastos en áreas que por el momento no son críticas, para canalizar todos esos recursos a fortalecer la estrategia y modelo de negocio de la compañía. El objetivo parece claro, evitar una caída tan drástica como la que tuvo Adidas en el último trimestre, sobre todo considerando lo que han advertido diversas empresas en las últimas semanas; el mayor impacto del coronavirus se resentirá en el segundo trimestre.